Mike Pompeo, secretario de Estado de EE.UU. dijo que el gobierno que representa está a la espera de que toda la comunidad internacional retire el apoyo al régimen de Maduro para poder actuar y hacer efectivas las tareas de ayuda humanitaria que el país suramericano necesita.
Venezuela, otrora una de las naciones más prósperas del frente caribeño peninsular, es una nación que se ha visto desmejorada a estándares de pobreza extrema a más de 80% de su población, que con los desmanes y corruptelas cívico-militares han llevado al país a un colapso económico y a una diáspora cruel.
Desde Bratislava, la capital de Eslovaquia el secretario de Estado expresó su esperanza en que todos los gobiernos retiren su apoyo al presidente de Venezuela, Nicolás Maduro, para dárselo al opositor Juan Guaidó.
“Espero que las demás naciones lo vean, creemos que es correcto, en el espíritu de libertad y democracia”, declaró Pompeo en una rueda de prensa tras recordar que tanto su país, como 24 miembros de la Unión Europea (UE), han reconocido a Guaidó como jefe de Estado interino de Venezuela.
Los apoyos de mayor peso que en el ámbito internacional recibe el régimen de Maduro son de Rusia y China, naciones que comparten la visión del régimen madurista que ve en la ayuda humanitaria una excusa para una intervención militar.
Curiosamente sus pilares de apoyo en esta penosa etapa del gobierno de Venezuela, son los países principales acreedores del gobierno de Maduro, por lo que muchos analista indican que el respaldo tiene que ver con una situación geopolítica que mide fuerzas entre Moscú-Pekín-Washington y que la triada esta menos interesada en los venezolanos y más en la victoria en este duelo sobre el mapa.
El secretario de Estado reiteró que la expectativa de Washington es que “toda la comunidad de naciones quite su apoyo a Maduro y apoye a la gente” del país latinoamericano, donde “las condiciones humanitarias son catastróficas”.
El jefe de la diplomacia estadounidense dijo desde Europa Central que “esperamos poder hacer entregas de ayuda humanitaria”, pero estimó que para que la asistencia donada llegue a la población será necesario que Maduro abandone el poder.
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“Todo esto no puede concretarse si Maduro está aferrado al poder”, señaló Pompeo, quien en Bratislava se reunió con su homólogo eslovaco, Miroslav Lajcak, el presidente, Andrej Kiska, y el primer ministro, Peter Pellegrini.
En términos de fuerza, tanto las naciones reunidas en el Grupo de Lima, así como la Unión Europea y las naciones del Carocom, han planteado, al igual que los demócratas en el Congreso de los Estados Unidos, que los mecanismos de persuasión para que Maduro abandone el poder no puede optar por una salida violenta.
Sin embargo a lo interno del país caribeño las fuerzas opositoras, sobre todo las más radicales, creen en la necesidad de que se lleve a cabo una acción militar de cualquier índole, parecida a la operación “Causa Justa” que en la década del 80 defenestró al forajido presidente de Panamá Manuel Antonio Noriega.
Pompeo en su discurso sobre Venezuela realizado en Eslovaquia, estimó que unos dos millones de venezolanos huirán de su país en un futuro cercano, sumándose a los tres millones que ya han emigrado.
Pompeo tiene previsto hablar con la jefa de la diplomacia de la UE, Federica Mogherini, esta semana en Bruselas sobre los esfuerzos de Estados Unidos para “restaurar la democracia” en Venezuela, así como de su apoyo a Guaidó, jefe electo del Parlamento venezolano que se proclamó presidente interino del país el pasado 23 de enero.