Noruega anunció la suspensión de 300 millones de coronas (el equivalente a unos 36,5 millones de dólares) destinados al Fondo Amazonia, dedicado a la protección ambiental y del que el país escandinavo y Alemania son los principales patrocinadores.
La decisión fue anunciada el jueves por el ministro de Clima y Medioambiente noruego, Ola Elvestuen, quien criticó las elevadas cifras de deforestación en Brasil, según reseña el periódico Dagens Næringsliv.
Hasta la presente fecha, según datos oficiales, con dichos recursos se han financiado 103 proyectos destinados a la preservación y sobre todo, al combate a la deforestación.
Ante el anunciado el bloqueo de fondos destinados a la Amazonia, el presidente de Brasil, Jair Bolsonaro, atacó a Noruega argumentando que el país escandinavo no “tiene moral para dar ejemplo” porque allí “matan ballenas”.
“En Noruega hay matanza de ballenas. No tienen moral para dar ejemplos. Y además retira petróleo del Polo Norte”, respondió el mandatario brasileño en una retransmisión través de Facebook Live.
Bolsonaro también sugirió a Noruega que destine los fondos para replantar Alemania, país que también anunció un bloqueo de recursos para este fondo destinado a mejorar la gestión de zonas protegidas así como el control y la fiscalización del medioambiente, entre otros fines.
Entre otros aspectos, el Gobierno del presidente Bolsonaro ha sugerido que el Fondo pueda ser usado para compensar económicamente a dueños de tierras situadas en la Amazonia o indemnizar a aquellos que poseen haciendas en las que se prohíbe toda actividad productiva.
En su transmisión semanal a través de Facebook Live, el jefe de Estado criticó la intromisión de otros países en las cuestiones medioambientales de su país y acusó a las naciones extranjeras que “hacen campaña contra Brasil”, de estar interesados en la riqueza del país suramericano.
“Ese personal que hace campaña contra Brasil está preocupado por la riqueza. No está preocupado por los árboles, está preocupado por el subsuelo”, aseguró Bolsonaro.
Recalcó nuevamente su deseo de legalizar la minería artesanal en las reservas indígenas “de forma racional” para dar dignidad a los trabajadores y orientarles para cuidar del medioambiente.