El uso desmedido de pantallas en todas sus formas, incluyendo la televisión, computadoras y teléfonos inteligentes pueden afectar cómo los niños sienten, aprenden, piensan y se comportan. Cada vez es más común que niños muy jóvenes
Al respecto, la Asociación Española de Pediatría recomendó nada de pantallas hasta los dos años, menos de una hora diaria entre los 3 y los 5 años y, a partir de entonces, no más de dos horas de ocio digital.
También aconsejaron evitar su uso en espacios no compartidos del hogar como el dormitorio o el baño y ceder a los niños dispositivos antiguos en vez de regalarles teléfonos o tablets nuevos para que no los sientan suyos y así no los usen de forma desmedida.
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Lo ideal es fomentar las actividades físicas y al aire libre en niños pequeños y no tan pequeños. De esta manera, sus cerebros tan maleables podrán estar en contacto con la realidad y evitar distracciones durante el tiempo de estudio, pero que los padres sean los primeros en dar ejemplo al adoptar estos hábitos es fundamental.
«Las grandes cosas de la vida llegan en momentos de pausa y reflexión», destacó Marian Rojas Estapé, psiquiatra y escritora. «Si cuando un niño se aburre tiene siempre una pantalla disponible, frenas el centro de la creatividad de ese niño». Así que la creatividad podría atrofiarse en edades muy tempranas.