Una marejada ciclónica sin precedentes, inundaciones, daños en estructuras, árboles caídos, decenas de personas atrapadas en sus viviendas y al menos 26 muertos es el trágico saldo que dejó la llegada del huracán Helene que azotó el sureste de Estados Unidos y específicamente la costa noroeste de Florida.
El grave impacto de este ciclón que tocó tierra cerca de la medianoche del jueves 26 de septiembre en el llamado Big Bend de Florida como un potente huracán 4, continúa este viernes 27 su escalada de destrucción en los estados de Georgia, North Carolina y South Carolina, donde sus habitantes se preparan para lo peor.
De las 26 muertes reportadas, unas han ocurrido en Florida según confirmó el gobernador del estado, Ron DeSantis, por la cauda de un poste y unárbol ciudad costera de Tampa. El gobernador de Georgia, Brian Kemp, informó sobre otros y otras victimas en North Carolina.
Los aeropuertos de Tampa y Tallahassee cerraron y cuatro millones de viviendas y negocios en Florida y Georgia se quedaron sin electricidad, indicó el sitio web PowerOutage.us, especializado en señalar apagones.
Pese a que ya este viernes se degradó a tormenta tropical, se prevé que la amenaza de Helene se mantendrá durante las próximas horas, mientras comienzan las labores búsqueda y rescate de víctimas, algunas de ellas personas mayores que no quisieron evacuar sus residencias.
En la zona de Cedar Key, cerca de donde tocó tierra el huracán Helene, desde la madrugada de este viernes patrullas comenzaron a remover los árboles de las carreteras principales para mantener el flujo de los socorristas.
En su más reciente boletín, el Centro Nacional de Huracanes (NHC) de Estados Unidos informó que Helene aún produce “ráfagas de vientos dañinos e inundaciones que pueden poner en peligro la vida en varias zonas del sureste y el sur de los Apalaches”.
Amenaza de inundaciones en Atlanta
Aunque la capital de Florida, Tallahassee, se libró del impacto directo que se temía, porque el sistemas se movió un poco más hacia el este, otras capitales del país como Atlanta en Georgia, se mantiene bajo emergencia por inundaciones repentinas en su área metropolitana, detalló el NHC.
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Más de 2,5 millones de personas en el sureste estadounidense están bajo esa amenaza, mientras los apagones alcanzan a millones de clientes, según el portal poweroutage.us.
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