El arribo de migrantes procedentes de Florida y Texas a La Gran Manzana parece como una pesadilla para las autoridades de la ciudad y grupos voluntarios. A diario se contabilizan entre cinco y seis autobuses con migrantes indocumentados que llegan, dijo el alcalde de Nueva York, Eric Adams, quien declaró estado de emergencia para abordar la “situación de crisis”. Desde abril han llegado más de 17.000 personas procedentes de la frontera sur de EE.UU. y casi todos solicitan asilo.
Esta inédita afluencia está en camino de costarle a Nueva York unos 1.000 millones de dólares este año fiscal. Por ello las autoridades locales solicitan fondos federales y estatales para cubrir los gastos.
“Miles de solicitantes de asilo han sido traídos en autobús a la ciudad de Nueva York y simplemente dejados aquí, sin aviso, coordinación o atención, y más siguen llegando cada día”, denunció Adams.
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Los gobernadores de Texas, Greg Abbott y de Florida, Ron DeSantis utilizan esta estrategia de enviar migrantes a Nueva York, Washington y otras ciudades controladas por demócratas para repartir la carga migratoria. Ambos gobernadores aseguran que los envían a las “ciudades santuario” porque tienen políticas de acogida y no de persecución activa de migrantes sin papeles.
Por ley, Nueva York es una de las pocas ciudades de Estados Unidos que está obligada a dar cobijo a cualquier persona y no dejar a nadie en la calle. Sin embargo, la repentina llegada de miles de migrantes ahora pone a prueba el sistema.
Según Adams, hasta hace dos semanas había más de 61.000 personas en el sistema de acogida de la ciudad. Entre ellos hay casi 20.000 niños.
“Nuestro sistema de albergues está operando cerca del 100% de su capacidad y si estas tendencias continúan, tendremos a más de 100.000 personas en el próximo año. Eso es mucho más de lo que el sistema fue diseñado para manejar. Es insostenible. La ciudad se quedará sin fondos para otras prioridades”, advirtió Adams.
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Con la declaración del estado de emergencia, Adams explicó que todas las agencias municipales tendrán que coordinarse para construir alojamientos de emergencia. Nueva York proyecta instalar carpas provisionales para albergar a migrantes en una isla situada frente a Manhattan. Se espera que estén listas en las próximas semanas. Allí los migrantes permanecerán unos días.
Asimismo, la ciudad se plantea un proyecto para que hogares neoyorquinos acojan a demandantes de asilo o personas sin hogar. Muchos ciudadanos quieren ayudar, aseguró el alcalde Adams.