Estigmatizado por el aún presidente como “RINO”, el ex funcionario Christopher Krebs cree que desmentir las acusaciones de fraude de Trump es lo correcto. La reflexión surge con las brasas todavía vivas en el sistema Judicial, desde donde el 45° presidente de los EEUU brega para conseguir una reelección.
Christopher Krebs dirigió los esfuerzos del gobierno federal para asegurar las elecciones de 2020. Tras la conclusión que dio como presidente electo a Joe Biden fue despedido por sus comentarios. Desde su cuenta en Twitter @realdonaldtrump gritó que había sido víctima de un fraude, una posición que todavía mantiene.
Frente a la teoría de conspiración ensamblada Krebs llamó al 2020 como “la elección más segura en la historia americana”. Él era jefe de la Agencia de Seguridad Cibernética y de Infraestructura del Departamento de Seguridad Nacional. Su declaración le costó el cargo. Entró en el desfile de funcionarios que ha despedido Trump desde que perdió las elecciones.
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El periodista Miles Parks de NPR, hizo un trabajo sobre una entrevista que concedió Krebs a Steve Inskeep. De ese programa hemos extraído los datos para la elaboración de esta nota.
Desmentir las acusaciones de fraude
En Christopher Krebs no hay arrepentimiento. Él es un fiel creyente de que hay que desmentir las acusaciones de frade de Donald Trump. El relato conspirativo del neoyorquino es infundado. “No existen evidencias de fraude o piratería informática”, como asegura Trump y parte de su equipo.
Lo interesante en este caso es que la mayoría de los que han oído la exposición conspirativa en el sistema judicial –al menos en Pensilvania- son jueces republicanos. Inclusive Krebs, se describe a sí mismo como un “republicano de toda la vida”.
Hoy en día el abogado nacido en Atlanta se ha convertido en una especie de símbolo para los funcionarios del gobierno. Ellos ven su trabajo como no partidista, incluso cuando los políticos tratan de pintarlos de otra manera.
“Fue lo correcto en nombre de la democracia”, dijo Krebs. Lo dijo en una entrevista con el presentador de la edición matutina de NPR, Steve Inskeep.
Colocado por el Gobierno
La administración Trump colocó a Christopher Krebs a inaugurar la oficina por sus méritos profesionales y filiación partidista. Fue el primer jefe de la Agencia de Seguridad Cibernética y de Infraestructura del Departamento de Seguridad Nacional.
Lideró un esfuerzo para mejorar la comunicación entre las jurisdicciones electorales estatales y locales. Su trabajo consistía en sistematizar la inteligencia en torno a la actividad de las amenazas y las mejores prácticas de seguridad electoral.
Las elecciones de 2016, y el ataque de Rusia a las mismas, pusieron de manifiesto lo poco que se estaba comunicando entre los muchos miles de funcionarios electorales de todo el país.
Krebs vio las elecciones de 2020 como la culminación de 3 años y medio de duro trabajo para cambiar eso.
“Estas fueron unas elecciones seguras”, dijo Krebs. “Es una historia de éxito. Es algo de lo que todos en la administración deberían estar orgullosos. Esa es la historia que siento que deberíamos estar contando ahora. “Sin embargo el ex funcionario se hace eco sobre la necesidad de desmentir las acusaciones de fraude de Trump.
Un cambio de paradigma
La antigua agencia de Krebs ha pasado gran parte de las últimas semanas batiendo afirmaciones infundadas del presidente y su equipo legal sobre la seguridad del voto.
A principios de este año, CISA lanzó un sitio web llamado Rumor Control. Lo hizo con el objetivo de desacreditar la desinformación electoral que se extiende en los medios sociales. Y aunque Krebs dijo que el sitio no estaba dirigido a una sola fuente, dijo que después de las elecciones, la campaña del presidente se convirtió en un gran difusor de mala información.
“Ciertamente vimos en todo momento que un número de personas asociadas con la campaña, estaban impulsando ciertas narrativas que fundamentalmente sabíamos que eran falsas”, dijo Krebs. “Sabíamos que era importante que esta información saliera a la luz”.
La totalidad de esa información llevó finalmente a que Trump lo despidiera, en un tweet del 17 de noviembre.
Un daño a la democracia
De cara al futuro, Krebs dijo que está muy preocupado. La desinformación sobre las elecciones se ha “filtrado en la corriente principal”. Eso significará una erosión de la confianza de la gente en los resultados.
“Estamos en una situación muy peligrosa ahora mismo”, dijo. “Continuamos impulsando narraciones que ponen en duda, sin pruebas que haya visto, los sistemas, las máquinas, los funcionarios públicos que participan en las elecciones. Eso no sólo es perjudicial para la psique del votante americano, sino que también perjudica seriamente a los muchos funcionarios electorales que, por encima de todo, mantienen una de nuestras instituciones públicas más apreciadas”.
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Una de las formas más fáciles en que el gobierno puede mejorar la opinión de la gente sobre el voto, agregó, es invertir más recursos y dinero en la administración de las elecciones.
“Tenemos que restaurar la confianza en la democracia”, dijo. “Para mí, una de las mejores y más sencillas formas de hacerlo es invertir en la democracia”.