A pocos días de realizarse una cumbre convocada por el papa Francisco, el presidente de la Conferencia Episcopal mexicana, Rogelio Cabrera López, aseguró que por lo menos 152 religiosos han sido suspendidos en México en los últimos nueve años por supuestos abusos sexuales contra menores.
“Han sido retirados del Ministerio 152 sacerdotes. Algunos, por el tamaño de la culpa, han tenido que ir a la cárcel, algunos ya compurgaron la culpa y otros están todavía haciéndolo”, dijo el prelado.
El anuncio de Cabrera López, también arzobispo de Monterrey, desató una serie de dudas sobre la suspensión de los 152 sacerdotes, de quienes aún no han trascendido ni un solo nombre.
El presidente del Episcopado no detalló si estos religiosos han sido denunciados ante la justicia civil o no. México cuenta con la segunda comunidad católica más grande del mundo, luego de Brasil, y se ha visto marcado en los últimos tiempos por importantes casos de pederastia, como el del fundador de los Legionarios de Cristo (Marcial Maciel) o el de Eduardo Córdova, uno de los mayores depredadores sexuales de la Iglesia y que permanece prófugo de la Justicia.
El exsacerdote Alberto Athié, uno de los primeros en denunciar los abusos en el clero mexicano, asegura que la declaración del Episcopado llega en vísperas de la cumbre de pederastia porque el organismo tiene la intención de mostrarse “protagónico y cumplidor”.
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“Sí nos parece un paso adelante, pero un paso muy tardío y mezquino”, critica Athié. La Iglesia del país latinoamericano se había mostrado evasiva, de admitir lo que pasaba y mucho más de acercarse a las víctimas.
Sin embargo esta postura cambió en enero de este año cuando el Episcopado mexicano, tras el pedido explícito del papa Francisco de acercarse a las víctimas, comenzó a reunirse con ellas y con algunas personas que llevaban años denunciando estas situaciones.
En el encuentro que tuvo Cabrera López el pasado 22 de enero, en el que participaron tanto Athié como José Barba, exlegionario de Cristo denunciante de Macie, el religioso afirmó no tener conocimiento sobre la cantidad de casos de pederastia dentro de la institución mexicana.
“Ahora menciona un número, pero él mismo reconoce que se lo dio la nunciatura apostólica, no es una información que él recaba”, apunta Athié. “Quien tiene la información es una autoridad externa al país, no es una autoridad mexicana. Eso demuestra que las autoridades mexicanas no tienen ni siquiera conocimiento de lo que está sucediendo”, acotó.
El exsacerdote sostiene que para combatir la pederastia dentro de la institución es necesario poner fin a los protocolos de ocultamiento establecidos desde Roma y crear una comisión mixta de investigación que se dedique a estudiar los casos.
De cara a la cumbre que se realizará entre el 21 y el 24 de febrero, fuentes cercanas al Episcopado aseguran que la idea de Cabrera López es solicitar al Papa más atribuciones sobre las diócesis, ya que son ellas las que cuentan con la información de los casos de pederastia que remiten al Vaticano.
La intención del arzobispo de Monterrey es realizar una estadística nacional a través de la instalación de una instancia que se dedique a recabar información. “En México no hay un centro de recopilación de información, porque cada obispo es el que enfrenta estos problemas”, señaló.
Cabrera López ha solicitado a los líderes de las diócesis que “se pongan las pilas” para cumplir con la propuesta del Papa de tener tolerancia cero ante la pederastia. “Como lo manda la ley, cuando nosotros recibimos una noticia de esta índole, debemos inmediatamente informar al Ministerio Público”, subrayó.