El Grito de Dolores es el discurso con el que dio inicio a la guerra de Independencia de México, pronunciado el día 16 de septiembre de 1810 en un pequeño pueblo llamado Dolores, en la intendencia de Guanajuato, llamado hoy Dolores Hidalgo, cuna de la emancipación nacional.
En ese lugar, hace 210 años, el sacerdote Miguel Hidalgo y Costilla hizo repicar las campanas de su parroquia para que la gente se reuniera y escuchara su llamado a la rebelión contra el gobierno europeo en el Virreinato de la Nueva España.
Ese hecho se convirtió en el histórico “Grito de Dolores” del cura Hidalgo, que marcó el comienzo de una lucha independentista que duró más de una década para dar paso a lo que luego se convertiría en México.
Para rememorar la efeméride, la noche de cada 15 de septiembre los mexicanos inician la celebración más importante del año en las principales plazas públicas del país. Durante décadas los aztecas han conservado la tradición de escenificar “el grito” un día antes de las fiestas patrias.
El Presidente de la República en turno toca las campanas del Palacio Nacional en la Ciudad de México y en un discurso patriótico en el que nombra a los héroes caídos en la gesta independentista, hace oficial la apertura de la conmemoración gritando tres veces: ¡Viva México!.
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Debate histórico
Pero, a más de dos siglos de este suceso, existe un debate entre historiadores sobre lo que dijo Hidalgo en su “Grito de Dolores”. Hay diversas versiones fundamentadas en documentos escritos después de ese acontecimiento, ya que en ese preciso momento no hubo un registro documental de las palabras exactas dichas por el cura ante el pueblo en Dolores.
Algunas de las versiones de la alocución de Hidaldo, son atribuidas a personajes de la época como el Obispo de Michoacán Manuel Abad y Queipo, quien aseguró que las palabras pronunciadas fueron: “¡Viva nuestra madre santísima de Guadalupe!, ¡viva Fernando VII y muera el mal gobierno!”.
Fray Diego Bringas habría asegurado que dijo: “¡Viva la América!, ¡viva Fernando VII!, ¡viva la religión y mueran los gachupines!”.
Mientras que Lucas Alamán refiere que el cura manifestó: “¡Viva la religión!, ¡viva nuestra madre santísima de Guadalupe!, ¡viva Fernando VII!, ¡viva la América y muera el mal gobierno!”.
Pero, tras sus investigaciones, el historiador Carlos Herrejón, especialista en el movimiento independentista, descarta que Hidalgo se haya referido a la Virgen de Guadalupe o al rey Fernando VII en su grito ante la multitud.
En sus indagaciones Herrejón cita al capitán independentista Juan Aldama, un testigo del “Grito de Dolores”, para indicar cuáles son las palabras que Hidalgo habría dicho esa madrugada: “Hijos, ayúdenme a defender la patria. ¡Se acabó la opresión, se acabaron los tributos! El que me siga a caballo tendrá 1 peso. Y el que me siga a pie, 4 reales”.
Explica que una parte de la confusión obedece a que Hidalgo dio tres discursos ante varios grupos de seguidores ese día. En el primero, previo al famoso “Grito”, fue cuando se refirió a la Virgen de Guadalupe.