El expresidente de Bolivia Evo Morales llegó este jueves a Argentina donde arribó en calidad de asilado según confirmó el canciller Felipe Solá. Tras pasar casi un mes asilado en México y unos días en Cuba, luego de renunciar a la Presidencia de su país y en medio de una crisis institucional por unas elecciones denunciadas por fraude, el exmandatario aymara arribó al país suramericano para reunirse con sus hijos.
“Acaba de llegar a Ezeiza, entiendo que también su exvicepresidente. Creo que están acompañados por una exministra y otro funcionario. Viene para quedarse en la Argentina supongo”, confirmó Solá quien explicó que Morales llegó con asilo político y luego pedirá ser refugiado.
“La condición con la que entra es la que le concedí yo anoche, pidió asilo. Les he dado asilo para que entren al país pero están firmando el pedido de refugio. La condición de refugiados la da el Ministerio del Interior y está normada, en cambio el asilo no tiene normas”, agregó el funcionario.
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Solá también aseguró que hasta ahora no había tenido contacto con Morales pues los trámites los adelantó con su exvicepresidente, Álvaro García Linera. Sobre la condición de refugiado el canciller explicó que “el reglamento exige una serie de pautas, como el domicilio, etcétera. Queremos de Evo el compromiso de no hacer declaraciones políticas en la Argentina. Es una condición que le pedimos nosotros”.
Respecto de la decisión del boliviano de abandonar México, el canciller dijo que entiende que el expresidente boliviano quería estar en Argentina por la cercanía con su país. “Cuando pueda entrar a Bolivia, entrará. Él se siente mejor acá, sus dos hijos están como estudiantes universitarios”, dijo.
Además, habló sobre la decisión gubernamental y demarcó las diferencias con el gobierno anterior que se negó a recibir al mandatario aymara cuando estallaron las protestas en Bolivia.
Sobre la gestión que hizo el presidente Alberto Fernández a favor de la seguridad de Morales cuando comenzaron las marchas, Solá advirtió: “Si no nos ocupábamos de él rápidamente, podía correr peligro su vida. Iba a correr sangre en Bolivia”.
El funcionario destacó que la Casa Rosada no reconoce a la administración de Jeanine Áñez como gobierno de Bolivia: “Yo diría que es un gobierno de facto, que puede tener apoyo de la población. Trataremos de ayudar para que las elecciones lleguen lo antes posible”.