La vergüenza de la pedofilia solo puede empeorar cuando las víctimas son niños con discapacidades mentales y sus agresores son parte del staff de la organización a la que las familias confían el tratamiento psicológico de sus retoños en busca de procurar que encuentren en la senda de sus incipientes vidas, paz, aceptación social y la inclusión a la que por humanidad tienen derecho.
Un reporte de la Associated Press, que cita un trabajo elaborado por The Philadelphia Inquirer, levanta el desagradable velo de una historia en la que al menos “41 niños con discapacidades denunciaron agresiones sexuales en las organizaciones sin fines de lucro de Devereux Advanced Behavioral Health”.
De acuerdo a la imagen de mercadeo, el Modelo Avanzado de Salud Conductual Devereux de Care integra “los últimos avances científicos y médicos con filosofías probadas por el tiempo y la participación compasiva de la familia para proporcionar una atención práctica, eficaz y eficiente, marcando una diferencia significativa en las vidas de aquellos a los que servimos, y en el mundo que les rodea”.
“Ayudamos a cambiar la vida de las personas con autismo, discapacidades intelectuales y de desarrollo, necesidades especiales de salud mental y preocupaciones por el bienestar de los niños”.
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Sin embargo los hallazgos hechos desde Filadelfia, que detectaron casos en otros estados del país, apuntan a que “la falta de personal y la inadecuada supervisión del personal y los pacientes, afectaron a una organización sanitaria sin fines de lucro en la que al menos 41 niños con discapacidad intelectual han denunciado agresiones sexuales en el último cuarto de siglo”, según la investigación realizada por el periódico.
Desde impúber en adelante
El trabajo periodístico llevado a cabo por Lisa Gartner y Bárbara Laker, indica que algunas víctimas tenían tan sólo 12 años y un coeficiente intelectual de tan sólo 50 cuando dijeron que habían sido agredidos por el personal de los campus de Devereux Advanced Behavioral Health, que tiene su sede cerca de Filadelfia. El centro trata a niños con discapacidades intelectuales, trastornos mentales y traumas.
A manera de sumario la AP redactó que diez de los niños dijeron que fueron asaltados en tres campus suburbanos de Devereux en Filadelfia, que ha existido por más de 100 años y que ahora es la organización de salud sin fines de lucro líder en la nación en su tipo. Otros dijeron que los abusos se produjeron en instalaciones de Nueva Jersey, Texas, Florida, Georgia, Connecticut, Nueva York y Arizona.
Tras el hallazgo de estos mórbidos detalles, la institución Devereux Advanced Behavioral Health se encuentra en términos de reputación en el fondo del abismo, más aun cuando traicionó su misión que ahora constituyen palabras vacías y que estaban centradas en “cambiar vidas, al liberar y cultivar el potencial humano de las personas que viven con diferencias emocionales, conductuales o cognitivas”. Es terrible la sensación que viven los padres de las víctimas y los angustiosos calosfríos que sufre la comunidad en general al ver que los valores suscritos de esta empresa: Compasión, conocimiento, colaboración, dedicación, aprendizaje y progreso, no son más que palabras vacías e indolencia.
Institución enferma por 25 años
El reportaje de las periodistas del The Philadelphia Inquierer detectó a una institución enferma con un historial que abarca un cuarto de siglo. Los remedios a la enfermedad institucional no surtieron efecto en ninguna ocasión.
La historia precisa que a pesar de los 467 millones de dólares de ingresos anuales, Devereux no tiene suficiente personal en sus recintos y no supervisa adecuadamente a sus pacientes y miembros del personal, “que con demasiada frecuencia desaparecen durante horas y duermen por turnos”, informó el periódico.
Cuando se produjeron los asaltos, Devereux identificó factores de riesgo y posibles soluciones, como el aumento de la capacitación o las pruebas de empleo, sólo para abandonar las iniciativas durante años, dijo el Inquirer.
Los líderes de Devereux, al señalar que una agresión sexual puede ocurrir en casi cualquier entorno de atención, dijeron que en los últimos dos años han aumentado la seguridad y reducido el riesgo adoptando medidas de protección para prevenir tales abusos y hacer responsables a los empleados.
Una investigación sólida
El Inquirer dijo que entrevistó a decenas de ex residentes, familiares, miembros del personal, abogados y agentes del orden público y revisó casos penales, demandas, registros médicos, informes de incidentes, notas de terapia, comprobantes de pago, mensajes de texto y entrevistas con la policía.
El ex fiscal del condado de Chester, Chad Maloney, que ahora representa a las víctimas que alegan abusos sexuales -incluido uno que alega abusos en Devereux-, dijo que su experiencia ha sido que un individuo responsable de abusos físicos o sexuales en el centro es procesado, pero “la historia sólo termina, Devereux no cambia”.
“No cambian la forma de contratar, de entrenar o de supervisar a su personal o a los niños a su cargo”, dijo. “Las víctimas cambian, los delincuentes cambian, pero las acciones de Devereux nunca lo hacen, y por eso el abuso continúa”. Es desgarrador y tiene que parar”.
Las últimas atrocidades
Las profesionales de The Philadelphia Inquierer dijeron que tres niñas en un campus de Devereux en Arizona señalaron a la policía que fueron abusadas sexualmente por un miembro masculino del personal entre octubre de 2018 y marzo de 2019.
En diciembre, en un centro de Texas, un miembro del personal de Devereux fue acusado de haber abusado sexualmente de cuatro niños, dijo.
Los líderes de Devereux dijeron que desde finales del año pasado, han tomado medidas agresivas para prevenir el abuso sexual. Los funcionarios dijeron que redujeron las oportunidades del personal de estar a solas con los niños, capacitaron a los empleados para detectar el grooming y otros abusos potenciales, agregaron tecnología de video para controlar mejor a los empleados, aumentaron la paga para atraer a más personal calificado y planearon examinar a los solicitantes de empleo con una nueva prueba psicológica.
“La mayoría de los niños que cuidamos han sido traumatizados en su vida fuera de Devereux y lo peor que puede ocurrir es que eso ocurra mientras están en un ambiente terapéutico”, dijo el director ejecutivo Carl Clark. “Personalmente, me hierve la sangre más que cualquier otra cosa al pensar que esto sucede, y nos hace querer hacer todo lo que esté a nuestro alcance para seleccionar a la gente de la organización que va por este camino”.
Los altos ejecutivos de Devereux, sin embargo, negaron enérgicamente que sus campus tuvieran problemas de supervisión y de personal.