Tener deseos, vigor y ansias de vivir, unido a una positividad con menos estrés, es lo se siente cuando se es joven. Esto se lo debemos a unos componentes llamados neurotransmisores.
Sentirte joven, aunque tengas más de 60 o 80 años, es posible si controlas la bioquímica del organismo y tratas de igualarla a cuando eras más joven. El principal factor es la reina del placer y el deseo de vivir: la dopamina.
Este maravilloso neurotransmisor, producido en una zona del cerebro llamada “sustancia negra”, es el que manda el impulso de vivir y activa al organismo, tanto físico como emocional. Las personas jóvenes tienen grandes cantidades de dopamina, y por eso les gusta el riesgo. Creen que pueden con todo, pero, según envejecemos, perdemos la capacidad de producir la divina sustancia. Cuando llegamos a muy mayores, casi no la producimos, y entonces aparecen enfermedades y debilidades orgánicas.
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Las funciones de la dopamina son: regular el sueño, la capacidad de aprendizaje, el ritmo circadiano, la actividad motora, combatir el estrés, aumentar el optimismo y el placer, aumentar el nivel y la fuerza de las erecciones en el hombre, estimular a la mujer para tener orgasmos, aumentar la sensibilidad, mejorar la memoria, disminuir el cortisol, aumentar la rapidez mental, estimular la secreción de la hormona de crecimiento y aumentar el rendimiento deportivo y la fuerza.
¿Qué alimentos contribuyen a generar dopamina? Cacao, avena, huevos, plátano, piña, salmón, pimientos, garbanzos, semillas de girasol, almendras, nueces y bacalao, entre otros.
Hay un suplemento precursor de la dopamina, la mucuna, una planta con un fruto que hace elevar estos niveles, ya que contiene el aminoácido L dopa. Sin embargo, debes consultarlo con tu médico para valorar su uso.
Si cuidamos y mantenemos los niveles de dopamina en forma óptima, siempre seremos mentalmente jóvenes, y más sanos. Esta no es una verdad, sino una realidad.
Por: Dr. Luis Montel
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