Por quinta noche consecutiva manifestantes atacaron una comisaría en Pudahuel, en la periferia de Santiago de Chile, donde hirieron a un policía y mantuvieron en alerta a las autoridades que buscan frenar la violencia desatada en medio de la prolongada revuelta social en el país suramericano.
Los ataques al centro policial comenzaron en la noche del martes 7 de enero luego que una patrulla de Carabineros (Policía) atropellara a un joven. El incidente se hizo viral en redes sociales y provocó la ira de los vecinos.
“La comisaría sufrió esa noche nuevamente ataques por parte de un importante número de personas del sector, con daños en ventanas y el sector de ingreso”, informó la sección de comunicaciones del organismo de seguridad. La nueva noche de violencia dejó un carabinero lesionado en un brazo a consecuencia del ataque de una “turba” de gente, acotó la misma fuente.
La periferia de Santiago ha sido escenario de saqueos y enfrentamientos entre las fuerzas del orden y manifestantes desde el 18 de octubre del año pasado cuando estudiantes iniciaron protestas contra el alza de tarifas del Metro.
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En dichas zonas de la capital chilena, delincuentes aprovechan los desmanes provocados por manifestantes para cometer delitos, en especial los narcotraficantes que operan en esos sectores.
Casi tres meses después del inicio de la crisis, Carabineros de Chile sigue desplegado en las calles ante manifestaciones que continúan, aunque con menor intensidad.
Organismos nacionales e internacionales de protección a los derechos humanos han alertado sobre abusos por parte de las fuerzas de seguridad. La oficina de la Alta Comisionada de la ONU para los derechos humanos, la expresidenta chilena Michelle Bachelet, lamentó el “elevado número” de denuncias sobre abusos policiales.
La revuelta lleva hasta ahora un saldo 29 muertes y miles de heridos.