En muchas oportunidades la naturaleza dicta sentencia y reclama lo suyo aunque los hombres se nieguen a obedecer. La crisis climática de los últimos años provoca crecidas cada vez más desastrosas donde las frágiles viviendas del sur de la Florida, como los Cayos, llevan una diana en la espalda. Mientras sube el nivel del mar, las comunidades costeras bajas tienen dos elecciones: O edifican más alto o se apartan del agua.
El condado de Monroe no quiere ver más tragedias y concentra sus esfuerzos en la compra de propiedades que tienen altas probabilidades de inundarse, claro está, si sus dueños están dispuestos a vender. Para ello cuentan con fondos federales.
Desde hace algún tiempo ya han adquirido nueve casas y pretenden comprar otras 12. Una vez finiquitada la transacción, llegan los tractores, acaban con las paredes y le devuelven esos terrenos a la naturaleza. De esa forma el condado pretende destinar sus recursos a la protección de personas que habitan en sitios más seguros.
“Estamos intentando adaptarnos. Sin embargo, no somos capaces de adaptar todas las áreas, por lo que a largo plazo podemos necesitar esas compras”, señaló a El Nuevo Herald la jefa de Resiliencia del Condado, Rhonda Haag.
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Por diversas razones burocráticas el plan del condado de Monroe marcha de manera lenta. Hace cinco años el huracán Irma destruyó casas y revolcó barcos. En aquel entonces, el gobierno federal destinó recursos para recuperarse del ciclón por lo que las autoridades del condado iniciaron el mayor programa de compra de viviendas de su historia. La idea era sacar a la gente de aquellas zonas que suelen inundarse y sacar las casas del mercado inmobiliario.
“Si podemos trasladar esos lotes a zonas que no sean tan vulnerables, todo el mundo estará más seguro”, dijo Haag quien se encarga de ayudar al condado a adaptarse al cambio climático. Cuando se inició el programa se identificaron 80 casas vulnerables, luego vino el boom inmobiliario, los precios de las viviendas aumentaron y los recursos federales no alcanzaron.
El plan con las carreteras
El condado de Monroe cuenta también con un proyecto multimillonario que consiste en elevar las carreteras por encima del nivel del mar. Además se plantea abandonar otras vías que desde el punto de vista económico no son rentables para mantener.
Asimismo, identifican las propiedades que deben ser compradas para ser demolidas. Resulta más barato echar las casas al piso que tener que destinar cada año recursos para ayudar a la gente y colaborar en la reconstrucción de las viviendas.
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En Florida plantearle a la gente que se marche a otros lugares más seguros es un tema impopular desde el punto de vista político. Por ello el plan del condado de Monroe resulta agresivo e innovador.
“Es importante que las estructuras que no son seguras sean eliminadas ante futuras inundaciones. No es divertido para nadie y menos para las personas que viven en ellas”, dijo Christine Hurley, directora ejecutiva de la Autoridad de Tierras del condado de Monroe.
Los científicos aseguran que el nivel del mar podría subir más de un metro para el año 2100 y muchas casas de los Cayos se encuentran en riesgo de colisión.