La segunda mayor aerolínea de América Latina, la colombiana Avianca Holdings, se declaró en quiebra tras acogerse al capítulo 11 del código de bancarrota en Estados Unidos.
La “petición voluntaria” se presentó como resultado del “impacto imprevisible de la pandemia de COVID-19”, reza un comunicado publicado en el sitio web de la compañía el domingo 10 de mayo por la tarde.
Avianca estimó pasivos de entre 1.000 millones y 10.000 millones de dólares en una presentación ante el tribunal de quiebras de Estados Unidos para el Distrito Sur de Nueva York. Según el comunicado de prensa, esta compañía emplea directamente a 21 mil personas en toda América Latina.
El 88% de los países en los que Avianca opera actualmente están bajo restricciones de viaje totales o parciales según información adicional en el sitio web de la empresa.
La decisión de declararse en quiebra se tomó con la intención de favorecer la continuidad de las operaciones, preservar los empleos, mantener la conectividad para los más de 30 millones de pasajeros anuales de la compañía y promover la recuperación económica de Colombia y de sus otros mercados clave.
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“Avianca se enfrenta a la crisis más desafiante en nuestra historia de 100 años mientras navegamos por los efectos de la pandemia de covid-19”, manifestó Anko van der Werff, director Ejecutivo de Avianca Holdings citado en un comunicado a la Superintendencia Financiera colombiana.
“Creemos que una reorganización bajo el Capítulo 11 es el mejor camino para proteger los servicios esenciales de viajes aéreos y transporte aéreo que brindamos en Colombia y otros mercados de América Latina”.
“Ante la suspensión total de nuestra operación de pasajeros y una recuperación que será gradual, entrar en este proceso es un paso necesario para hacer frente a nuestros retos financieros”, agregó.
De acuerdo con Van der Werff, Avianca es la segunda aerolínea de funcionamiento continuo más antigua del mundo.
La empresa precisó que, al igual que muchas otras aerolíneas alrededor del mundo, está buscando apoyo financiero de los gobiernos de los países en los que opera.
En abril los auditores financieros de Avianca habían alertado sobre sus “dudas sustanciales” en cuanto a la capacidad de la compañía para continuar en el negocio por la crisis de la COVID-19, que mantiene paralizado su negocio de pasajeros por las medidas de cuarentena para contener el contagio de la pandemia.
A fines de abril, cuando el ejecutivo solicitó un “salvavidas” para el sector turístico, detalló que la aerolínea tenía desde el 23 de marzo a más de 140 aviones en tierra, con casi cero ingresos y la única entrada es por carga, lo que significan entradas en torno al 10%.
Van der Werff apuntó los esfuerzos que la compañía realizó para paliar la crisis, destacando la reducción de todos los gastos de capital no esenciales, las conversaciones con proveedores y bancos, los aplazamientos de pago y la suspensión voluntaria de 17 mil trabajadores de la compañía. El directivo también ha resaltado que los salarios de altos cargos de la empresa se han reducido en un 85%.