Un alerta medioambiental ha sido lanzado por las autoridades del condado de Miami-Dade ante el derrame de aproximadamente 2 millones 700 mil litros de aguas residuales en el mar.
Un desperfecto en una estación de bombeo ubicada al noreste del condado, localizada en el 350 Sunny Isles Boulevard, habría sido la causa de este accidente contaminante que afecta a una región donde están ubicados balnearios de alta demanda turística.
El Departamento de Agua y Alcantarillado del condado de Miami-Dade (WASD) alertó este lunes del derrame y aconsejó evitar pescar y bañarse en el área afectada, que afecta a una zona de playas muy visitadas.
De acuerdo a una nota emitida por el diario El Nuevo Herald, las aguas residuales se derramaron con dirección a un desagüe que conduce hacia esas áreas debido a un fallo mecánico en una estación de bombeo.
El matutino transcribió la advertencia sanitaria que recomienda no nadar, pescar ni pasear en bote en el área comprendida entre la calle 163 del noreste, al norte; el Canal Intracoastal, al este; Haulover Inlet, al sur, y el resto de Miami-Dade, al oeste.
“De igual modo, la advertencia abarca las playas en Bal Harbour, el sur de Haulover, y el Parque Estatal Oleta River”.
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Las autoridades van a constatar durante dos días consecutivos que las aguas están suficientemente limpias antes de retirar el alerta.
Tanto el Departamento de Salud de Florida como el de Regulación y Recursos Económicos recogen durante este tiempo muestras de agua para verificar su limpieza.
Cuando asumió el pasado 8 de enero como gobernador de Florida, el republicano Ron DeSantis se comprometió a afrontar los “acuciantes problemas medioambientales” del estado, especialmente en lo que se refiere al agua, y ya ha dado pasos concretos en esa dirección.
La semana pasada recomendó la asignación de una partida presupuestaria de más de 625 millones de dólares para la protección de los recursos hídricos del estado, incluyendo la restauración de la reserva de los Everglades.
Según un comunicado oficial, su objetivo es que al final de su mandato de cuatro años, la inversión hecha para proteger el agua del estado totalice más de 2 mil 500 millones de dólares.
Ello supondría 1.000 millones de dólares más de lo invertido durante los cuatro años del segundo mandato consecutivo del anterior gobernador, el también republicano Rick Scott, que fue criticado por su escaso interés en el medio ambiente.