Una de las cosas más maravillosas de tener mascotas es lo apegados que se vuelven a sus dueños, especialmente los perros.
Estudios demuestran que los perros extrañan a sus dueños en el momento en que salen de casa y esa sensación se intensifica lentamente hasta que la ausencia asciende por unas cuatro horas y tienen una «meseta de melancolía». Es por eso que cuanto más tiempo esté el dueño fuera, más emocionado estarán las mascotas cuando regrese a casa.
Investigadores de las universidades de Pisa y Perugia en Italia, han descubierto que, si se le da un poco de afecto a los perros antes de salir de casa, tendrán menos ansiedad mientras estén fuera los dueños.
Llevaron a cabo experimentos con 10 perros entre uno y 11 años sin problemas de apego. El grupo estaba compuesto por siete perros de raza mixta, un labrador retriever, un Hovawart y un Chihuahua.
Los participantes del estudio llevaron a sus perros atados a un área cercada donde fueron recibidos por un investigador que tomó la frecuencia cardíaca de su perro. En la primera prueba, después de que los dueños llevaron a sus perros al área, hablaron con un investigador durante un minuto y luego se fueron sin darle al perro ninguna atención especial.
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En la segunda prueba, los dueños de perros acariciaron al perro durante su interacción con el investigador. En ambas pruebas, los propietarios abandonaron el área vallada y se escondieron lo suficientemente lejos para que el perro no pudiera olerlos.
Una vez que los dueños se fueron, los perros los buscaron durante unos tres minutos en promedio. Después de que los dueños regresaron, los investigadores midieron los niveles de cortisol, la hormona del estrés, así como su frecuencia cardíaca.
Los investigadores encontraron que, tanto si se acariciaba a los perros como si no, sus niveles de cortisol no cambiaban. Pero su frecuencia cardíaca mostró una marcada disminución si los dueños los acariciaban antes de irse. Más tarde, los investigadores vieron videos de los perros y encontraron que los que eran acariciados mostraban comportamientos indicativos de calma durante un período más largo mientras esperaban el regreso del dueño.