En momentos en los que Florida registra cifras récord de participación en las jornadas de votación anticipada, cientos de abogados y voluntarios de las campañas del republicano Donald Trump y su rival demócrata Joe Biden, se desplegaron por todos los centros de votación del estado con el propósito de dispersar los temores y las dudas de un fraude electoral en los comicios del próximo 3 de noviembre.
En Florida donde existen temores de posibles hechos violentos en los centros de votación, el ambiente luce irascible. A eso se suman los contagio de COVID-19 en aumento nuevamente y un historial de reñidas elecciones que a lo largo de la historia han culminado recuento de votos o en los tribunales.
Todo lo que ocurre en esta entidad, en la que Trump y Biden están en un empate técnico según los últimos sondeos de opinión, es observado muy de cerca ya que Florida es crucial para logar la victoria en las elecciones pues aporta 29 de los 270 votos electorales necesarios para ganar.
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Cristiano Piquet, de origen brasileño y republicano, vigilará las jornadas de votación anticipada en un centro de Miami, manifestó que “no podemos confiar en esos demócratas. Ellos han demostrado una y otra vez que no son honestos. Son pura maldad y son capaces de todo. Tengo que asegurarme de que mi voto cuente”.
Consideraciones como la de Piquet fueron las que dieron origen a la idea de desplegar a 1.421 abogados observadores, registrados por ambos partidos, para vigilar los votos.
“Nunca ha habido un caso creíble de fraude en una elección general. Y mucho menos un fraude masivo. Simplemente no sucede”, afirmó a la agencia de noticias AFP Juan Carlos Planas, uno de los referidos abogados, ex congresista estatal por los republicanos que ha sido observador electoral en comicios anteriores y ahora lo hace por los demócratas.