Johnson & Johnson hizo algunas modificaciones a la palanca científica y en tiempo récord produjo una vacuna contra la COVID-19. El mérito está en que usa un inmunizante de “vector viral”. Resumió años de desarrollo y puede llegar a ser competitiva frente a las hechas con tecnología ARN-m.
A esta nota se añade un dato curioso. La inmunización de J&J es menos eficiente en Sudáfrica. La razón es simple de acuerdo a la cepa con la que trabajó la farmacéutica. En Johannesburgo emergió una variante del coronavirus sospechosa de ser más contagiosa. Además se estima que está presente en una treintena de países.
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De acuerdo a la ficha de laboratorio, la vacuna solo precisa de una inyección. Resulta eficaz en un 85% para prevenir las formas graves de la enfermedad. Los datos emergieron de un extenso ensayo clínico realizado en unas 44.000 personas de ocho países.
Johnson & Johnson
Alex Gorsky, director general de la compañía estadounidense, dijo a los medios que “estamos orgullosos de haber superado esta etapa crucial”. El grupo se comprometió a enviar 100 millones de dosis a Estados Unidos antes del fin de junio. En la lista de pedidos están unas 200 millones de dosis a la Unión Europea antes de que acabe el año. Con los primeros envíos previstos para abril, y otros 200 millones a los países en vías de desarrollo, a partir de junio.
Johnson & Johnson tomó la decisión de hacer sus vacunas de manera “tradicional”. Según un reporte de la AFP las dosis usan como soporte otro virus poco agresivo. Éste fue transformado para añadir una parte del responsable de la COVID-19.
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El virus modificado penetra en las células de las personas vacunadas. Justo allí fabrican una proteína típica del SARS-CoV-2. Ella educará a su sistema inmunitario para reconocerlo. Se trata de un proceso similar al de las vacunas de AstraZeneca y Sputnik.
El inmunizante monodosis de J&J presenta una gran ventaja. Y es simple: puede almacenarse a temperaturas de refrigerador normal. Elude el uso de congeladores, lo que facilita considerablemente su distribución.
