La vacuna contra la COVID-19 será recibida apoteósicamente en el sistema penitenciario de la Mancomunidad. La inmunización de una sola dosis de Johnson & Johnson llegará a las cárceles de Pensilvania.
Es una extraordinaria noticia, debido a que este particular grupo de individuos congregados, la han tenido difícil en esta pandemia. Ellos de por sí tienen sus derechos restringidos, y por el riesgo de contagio se les achicó más el espacio.
Según un trabajo de Spotlight PA., al menos 11 de las 23 prisiones del estado han comenzado a recibir la vacuna. Se espera que en las próximas semanas se ofrezca a miles de reclusos y personal penitenciario. Los datos fueron un aporte de los funcionarios penitenciarios y las personas encarceladas.
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Serán inmunizadas todas las personas que viven y trabajan dentro de las prisiones de Pensilvania. Con la vacuna en ciernes finalizará a una larga espera, agravada por la falta de transparencia sobre las infecciones.
A los brazos de las cárceles de Pensilvania
Según el trabajo del Joseph Darius Jaafari, se trata de una ampliación significativa de la disponibilidad. Él es integrante de los arrojados comunicadores de Spotlight PA. El panorama era turbio antes de esta noticia. En febrero, sólo se ofrecía la vacuna Moderna a tres prisiones designadas como instalaciones médicas: SCI-Laurel Highlands, Muncy y Waymart.
Los brazos de la población penal en las cárceles de Pensilvania recibirán las agujas. Son 39 mil presos y 16 mil trabajadores. Maria Bivens, portavoz del Departamento de Correcciones, declaró a Jaafari que el departamento ordenó las dosis la semana pasada. Las prisiones comenzaron a administrarlas este lunes, aunque no está claro el plazo para completar el despliegue.
El estado no ha hecho público el número de reclusos y personal que ya han sido vacunados. Claire Shubik-Richards, directora ejecutiva de la Pennsylvania Prison Society, dijo que “este es un punto de inflexión en la pandemia”. Ella es el defensor del pueblo no oficial del estado para los presos y sus familias.
“Las residencias de ancianos y las prisiones siguen siendo el catalizador de grandes brotes en comunidades de todo el condado. Vacunar a las personas que viven y trabajan en las prisiones de Pensilvania es un paso importante para acabar con la pandemia en la Commonwealth.”
Los riesgos del hacinamiento
De acuerdo al trabajo de Spotlight PA., las prisiones albergan hasta cuatro personas en celdas del tamaño de un baño. De eso está consiente el Departamento de Correcciones de Pensilvania. Son espacios que son propicios para la propagación del COVID-19. Entre marzo de 2020 y enero de 2021, casi uno de cada cinco presos había contraído el COVID-19.
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La información sobre las infecciones por coronavirus dentro de las cárceles de Pensilvania es limitada. Lo poco que se encuentra está disponible en línea en formato PDF. El Departamento de Instituciones Penitenciarias retiró su panel de control en línea en enero. Argumentaron fallos e informes incorrectos señalados por Spotlight PA.
Pero la rápida propagación del coronavirus, junto con la incapacidad de las personas del exterior para comprobar la salud de sus seres queridos, ha creado desconfianza en el sistema. Los datos sobre la vacunación pública son especialmente necesarios para que el departamento rinda cuentas de su plan de distribución, dijeron los grupos de derechos civiles.