El plan “La ley y el orden” fue lanzado desde la Casa Blanca por un Donald Trump que ha asegurado estar curado. Desde el balcón de la residencia oficial el Presidente le dijo a los presentes: “Me siento muy bien”.
Se trató de la primera aparición en acto público del Jefe de Estado después de salir de su hospitalización por COVID-19. Estuvo frente a un grupo de seguidores, en su mayoría jóvenes con camiseta azules y gorras rojas. Llegó frente al público con un barbijo y frente a ellos se desenmascaró en señal de fortaleza, apreciaron algunos analistas.
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La capacidad histriónica de Donald Trump en ese preciso instante despertó en los asistentes un alborozo de aplausos y la estridencia del coro “cuatro años más”. Frente a ese escenario lanzó su plan “La ley y el orden”, que es la pinta de lanza de su actividad proselitista.
Plan “La ley y el orden”
Su intervención en la Casa Blanca tomó un poco más de quince minutos. Aseguró que el encuentro fue convocado en “apoyo a los increíbles hombres y mujeres de las fuerzas del orden”. Asimismo aprovechó para dedicar el evento a la comunidad afroamericana e hispana.
“Quiero agradecerles a todos por sus oraciones”, afirmó el Donald Trump, de cuya condición no se ha informado este sábado.
“Estamos empezando muy en grande con nuestros mitines”, agregó emocionado. Declaró que no puede permitir que Estados Unidos “se convierta en socialista”. Su esperanza para la gente está en impulsar su plan “La ley y el orden”.
En la actualidad el presidente aseguró encontrarse bien y estar recuperado de la enfermedad. Este dato no ha sido confirmado por los médicos. A este punto no se tienen claro que Trump ya no sea contagioso.
Los CDC consideran que un paciente puede volver a rodearse de gente diez días después de haber mostrado síntomas por primera vez. Esa premisa la cumpliría Trump este domingo. Sin embago tampoco ha sido muy transparente cuándo empezó a encontrarse el Jefe de Estado.
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Trump ha tratado de minimizar su diagnóstico de COVID-19 desde que regresó a la Casa Blanca. Descubrió su contagio como una “bendición de Dios”. Además llegó a pedir a los estadounidenses que no tengan “miedo” a una pandemia que ya ha matado a más de 210.000 personas en Estados Unidos.