El estadio Puskas Arena de Budapest será escenario este jueves de la Supercopa de Europa entre el Sevilla y el Bayern Múnich. Se trata de un partido considerado como una “prueba piloto” por la UEFA, pues será el primer encuentro europeo ante aficionados desde que comenzó la pandemia del nuevo coronavirus.
Los ganadores de la Liga Europa y de la Liga de Campeones jugarán, bajo estrictas medidas de seguridad sanitaria, ante unos 20.000 espectadores que es menos de un tercio del aforo del estadio (67.000), reinaugurado en 2019 luego de una profunda reforma.
Aforo limitado
Cada una de las escuadras puede llevar a la capital húngara hasta 3.000 aficionados. No obstante, ni el Sevilla ni el Bayern cubrirán todo ese cupo. El resto de los espectadores, hasta un aforo máximo de 20.000, serán locales.
Para el presidente de la UEFA, Aleksander Ceferin, se trata de una “prueba piloto” para poder estudiar las posibilidades de cómo devolver el público a los estadios en tiempos de la pandemia.
“La Supercopa de Budapest será un test piloto que nos servirá de aprendizaje de lo que podamos hacer”, comentó Cerferin.
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Los aficionados que arriben desde España y Alemania para ver el partido solo podrán entrar en Hungría si muestran una prueba negativa de COVID-19 que debe tener menos de 72 horas, explicó la Federación Húngara de Fútbol a la agencia de noticias EFE.
Con dicha prueba y con la entrada para el partido, el aficionado permanecerá en Hungría por 72 horas, lo que será suficiente para ver el juego. Está previsto que los hinchas del Sevilla y Bayern lleguen al país el mismo día del partido.
En el estadio
Según las últimas informaciones de la Federación Húngara de Fútbol, el Bayern hará uso de 1.000 de sus 3.000 entradas, mientras que menos de 500 aficionados sevillistas acompañarán a su club a Budapest. Las entradas no usadas por los dos clubes serán vendidas a aficionados locales.
Tener la entrada y la prueba negativa a coronavirus no asegura que el aficionado pueda acudir al partido. Al entrar en el estadio las autoridades medirán la temperatura corporal y aquellos que tengan 37,8 grados o más de fiebre serán excluidos.
Es obligatorio el uso de mascarilla en el estadio, en todos los espacios compartidos con otras personas como bares, restaurantes, escaleras y baños. Mientras que el aficionado ocupe su asiento el tapabocas es solo “recomendado”.
En las tribunas los espectadores deberán mantener una distancia de metro y medio, lo que significa que habrá al menos dos sillas vacías entre cada espectador.
En todo el estadio habrá personal que recordará el uso de la mascarilla y del respeto de las medidas sanitarias.