La policía brasileña desarticuló una organización que promovía sangrientas peleas internacionales de perros de raza pitbull en San Pablo. En el operativo se descubrieron animales en terribles condiciones y decenas de personas fueron arrestadas.
Unos cien oficiales de las policías de San Pablo y Curitiba rescataron 19 animales muy lastimados y con severas huellas de maltrato. También arrestaron a 41 personas, entre ellos un estadounidense, un mexicano y un peruano.
El comisario Matheus Laiola describió el lugar donde se realizó el procedimiento como “una escena de terror”. “Con 13 años en la policía nunca había visto una situación así. Había perros muertos, perros heridos. El perro que había muerto estaba siendo asado para comer, era una escena de terror”, relató el jefe policial.
Los policías lograron encontrar la granja donde se realizaban las peleas gracias a una denuncia anónima. Según Laiola el evento contaba con alto nivel de organización. Las investigaciones preliminares determinaron que el año pasado el mismo “espectáculo” se había llevado a efecto en República Dominicana.
El reporte policial indica que los canes eran entrenados para la pelea y durante los días previos los mantenían sin comer ni tomar agua. “Presumimos que era para que estuviesen muy estresados para luchar”, dijo Laiola.
Los policías detuvieron a un veterinario que intentaba reanimar a un perro que ya había peleado para forzarlo a otro duelo esa misma noche.
El hombre norteamericano detenido fungía como juez de la pelea. Laiola explicó que las apuestas eran hechas en el lugar y de forma virtual desde otros países. Durante la operación fueron decomisados 47.000 reales en efectivo (unos 11.750 dólares), pero Laiola aclaró que la investigación descubrirá cuánto dinero era movilizado en esta actividad ilegal.
Uno de los perros estaba valorado en 200.000 reales (50.000 dólares). Entre los detenidos figura también un policía militar.
Las autoridades informaron que la investigación comenzó cuando la policía orientó las pesquisas hacia un criador de perros y un entrenador canino en el estado de Paraná. Los agentes siguieron a los dos sospechosos a San Pablo y solicitaron refuerzos a la policía estatal antes de efectuar los arrestos.
Los detenidos serán acusados de organización para delinquir, maltrato animal y prácticas de juegos de azar. Sin embargo casi todos los sospechosos fueron liberados bajo fianza. Solamente un sujeto fue impedido de salir de prisión, acusado de organizar el evento, mientras que a los extranjeros se les impidió salir del país.