Los desamparados que pasan el día en un parque de Lake Worth en Florida lo llaman “Picasso” porque pasa la jornada pintando frente al mar donde vende sus cuadros hasta por 500 dólares. Se trata de Hernán López, un peruano de 49 años que un día terminó con su vida de obrero de la construcción para dedicarse a su vocación.
Hace nueve años Hernán López llegó a Estados Unidos y en la actualidad su estado migratorio es legal. Sus conocidos lo consideran un artista entre los sin techo del Parque Bryant ubicado frente al canal “intercostero” que separa el territorio continental de Florida de la manga de tierra donde está la isla de Palm Beach.
Quienes frecuentan ese parque son personas de todas las edades que llevan consigo carritos llenos con sus pertenencias, algunos de ellos tienen aspecto de tener problemas mentales o adicciones, pero ese no es el caso de este “Picasso” peruano.
López es jovial y sonriente, y en su carrito carga con lienzos terminados y a medio andar, pinturas y pinceles. “En estos días estoy trabajando más que nada por encargo”, dice “Picasso” rodeado de sus amigos desamparados y latinos como él.
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Estudió Bellas Artes y trabajó en un estudio de diseño publicitario en Lima. Luego en Florida trabajó en negocios de antigüedades y más tarde en la construcción, pero dice que donde más ha aprendido es en la calle.
Hernán se considera afortunado porque el gracias al producto de su trabajo puede pagar la renta de un cuarto donde duerme, pero a veces es casi medianoche y continúa pintando en su “estudio”, un lugar con vista al mar, con mesas y bancos en el área de juegos infantiles Parque Bryant.
Él residía de Lima antes de irse a Florida luego de divorciarse de su esposa con quien procreó una hija que hoy tiene 14 años y que es lo que más añora de su vida pasada.
Gracias a lo que gana con la venta de sus cuadros puede enviar dinero a su hija en Perú, pero su gran deseo es poder estar con ella.