La empresa petrolera Rosneft, una sociedad anónima cuyo capital accionario en forma mayoritaria pertenece al gobierno ruso, aseguró que llevará a instancias legales internacionales la coerción que desde los Estados Unidos se está imponiendo a las empresas que tienen negocios con la estatal PDVSA de Venezuela con fines de monopolizar el petróleo de ese país suramericano.
Serguéi Lavrov, ministro de Asuntos Exteriores desde Moscú, rechazó enérgicamente la exigencia del secretario de Estado norteamericano, Mike Pompeo, de que Rusia renuncie al petróleo venezolano.
A su vez, denunció que, según algunos analistas, las acciones de la Casa Blanca contra el sector energético venezolano pueden ser dictadas por el objetivo de “monopolizar” el mercado en beneficio de compañías cercanas a la Administración norteamericana.
“No es casualidad que nuestros colegas estadounidenses y otros países ya no empleen el término de ‘Derecho Internacional'”, dijo Lavrov en rueda de prensa.
La fuerza centrífuga que ha desatado la presencia de Juan Guaidó como una alternativa de poder en Venezuela, también ha creado otro escenario de enfrentamiento entre los muchos que ya tienen los gobiernos de Washington y Moscú, pero ahora con epicentro en Caracas.
Lavrov expresó su indignación luego de que Pompeo acusara el lunes a la mayor petrolera rusa, Rosneft, de violar las sanciones estadounidenses y le conminara a cesar la compra de crudo a la empresa estatal Petróleos de Venezuela (Pdvsa).
“¿Esto se enmarca dentro del derecho internacional? De ninguna manera”, dijo y vinculó la compra de petróleo venezolano a las reglas de competencia promovidas por la Organización Mundial de Comercio.
El ministro de Asuntos Exteriores desde Moscú señaló en gesto acusatorio a lo que calificó como un “pequeño grupo de países” liderados por EEUU de idear una serie de reglas en beneficio propio e intentar imponerlas al resto de la comunidad internacional.
Rosneft, que tiene grandes intereses y varios proyectos conjuntos en el país latinoamericano, rebatió las exigencias de Washington con un comunicado en el que asegura que “no se dedica a la política y realiza únicamente actividades comerciales en interés de sus accionistas”.
La nota oficial subraya que los proyectos conjuntos de suministro y extracción de petróleo se rigen por contratos suscritos “mucho antes” de que EEUU impusiera “sanciones unilaterales” contra Venezuela.
“Rosneft estudia las consecuencias de las declaraciones realizadas por representantes de EEUU y, en caso de sufrir daños, se propone defender sus derechos en consonancia con las normas del derecho internacional”, comentó.
Pompeo acusó a Rusia y Cuba de “intervencionismo” por apoyar al “ilegítimo” presidente de Venezuela, Nicolás Maduro, y arremetió contra Rosneft por comprar crudo a Pdvsa, “desafiando las sanciones de EEUU”, y contribuir a garantizar la supervivencia del régimen denostado por Washington.