El Papa Francisco pidió durante la Jornada Internacional del Migrante y del Refugiado celebrada el domingo, “brindar una atención particular a los extranjeros” y a todas las personas rechazadas.
“Tenemos que dar una atención particular a los extranjeros, de la misma forma que a las viudas, los huérfanos y todos aquellos que son rechazados”, aseguró el Sumo Pontífice durante la misa oficiada en la plaza San Pedro.
En la 105 edición de esta jornada mundial, el Papa inauguró en la mítica plaza del Vaticano una escultura en homenaje a los migrantes. “No son sólo extranjeros, se trata de todos los habitantes de las periferias existenciales que, como los migrantes y los refugiados, son víctimas de la cultura del despojo humano”, afirmó.
Tras su designación como Papa en 2013, Francisco ha defendido en múltiples ocasiones la necesidad de acoger de forma digna a los refugiados y migrantes. A finales de julio, pidió a la comunidad internacional actuar “con celeridad y decisión” para evitar nuevas tragedias en el Mediterráneo.
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Según la Organización Internacional para las Migraciones (OIM), entre principios de 2014 y julio de 2018 se encontraron los cadáveres de 5.773 migrantes y hubo 11.089 desaparecidos en el Mediterráneo.
Varios países europeos, como Italia, Francia, Alemania y Malta, acordaron un mecanismo de repartición automática de los refugiados, cuyo objetivo es acabar con el caso a caso aplicado en el último año después de que cada embarcación humanitaria efectuara un rescate en el Mediterráneo.
Este dispositivo será votado por el conjunto de los países de la Unión Europea durante el consejo europeo de “Justicia y Asuntos Interiores” que se celebrará en Luxemburgo a principios de octubre.