La llegada de la Navidad es también la llegada de las tradiciones que abarcan las típicas fiestas que se extienden hasta fin de año. Por tanto, la jefa técnica de la Organización Mundial de la Salud (OMS) para la COVID-19, Maria van Kerkhove alertó del fuerte impacto que podría tener la rápida expansión por el mundo de la nueva variante del coronavirus, ómicron, especialmente teniendo en cuenta que la última Navidad fue ensombrecida por los 100 mil muertos semanales.
«Nos enfrentamos a un tsunami de infecciones en el mundo, tanto de la variante delta como de ómicron. Se lo repito a los gobiernos: no esperen para actuar. Y no me refiero a confinamientos. Usen mascarillas, faciliten el teletrabajo, limiten los contactos con otras personas, eviten las reuniones, aumenten la vigilancia y tengan los hospitales preparados», sentenció la epidemióloga norteamericana en una entrevista al diario El Pais, donde expone la gravedad de los rebrotes.
En estas fechas aumentan significativamente los viajes y vacaciones, pero las verdaderas consecuencias se evidencian después. Para reducir los riesgos todos los asistentes deben estar vacunados, sin embargo, la funcionaria de la OMS advirtió que la inoculación «por sí sola no es suficiente». Por ello, aconsejó la realización de un test de antígenos, actividades al aire libre, usar mascarilla cuando sea factible y un límite establecido de participantes.
Por su parte, el director general del mismo organismo, Tedros Adhanom Ghebreyesus explicó en una conferencia de prensa que «no puede haber duda de que una mayor mezcla social durante el período de vacaciones en muchos países conducirá a un aumento de casos, a sistemas de salud abrumados y a más muertes».
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También dijo que «todos estamos hartos de esta pandemia. Todos queremos pasar tiempo con amigos y familiares. Todos queremos volver a la normalidad. La forma más rápida de hacerlo es que todos nosotros, líderes e individuos, tomemos las decisiones difíciles que se deben tomar para protegernos a nosotros mismos ya los demás».
Adhanom Ghebreyesus de la OMS aseguró que esto podría significar cancelar eventos en persona, «pero un evento cancelado es mejor que una vida cancelada».
Medidas más estrictas
Cada vez más países europeos están restringiendo algunas celebraciones y medidas, pues la propagación del virus a través de la variante Ómicron ha sido preocupante.
En Estados Unidos un reciente informe de la Oficina del Censo informó que el país registró el crecimiento demográfico más bajo de su historia, por la caída de la migración, el aumento de las muertes debido en parte a la pandemia y el descenso de la natalidad.
Entre el 1 de julio de 2020 y el 30 de junio de 2021, la población creció un 0,1% (392.665 personas), «la tasa más baja desde que se fundó la nación», señaló la agencia en un comunicado. «El crecimiento de la población se ha desacelerado durante años debido a las tasas de natalidad más bajas y la disminución de la migración internacional neta (la diferencia entre el número de personas que entran y salen del país), mientras que las tasas de mortalidad están aumentando debido al envejecimiento de la población», declaró Kristie Wilder, demógrafa del departamento de población de la Oficina del Censo.