La canciller alemana Angela Merkel pidió el sábado a los ciudadanos que limiten al máximo su vida social.
Les instó directamente a quedarse en casa, en un momento en que la epidemia se expande en el país.
«Olviden los viajes que no son necesarios, las celebraciones que no son imprescindibles. Quédense en casa, en el sitio donde viven, siempre que sea posible», dijo en su podcast semanal.
«Lo que sucederá en invierno, lo que sucederá en Navidad, se decidirá en los días y semanas venideros», aseguró.
Alemania ha registrado 7.830 casos de coronavirus en 24 horas, un récord para el país, que no había tenido cifras tan altas, ni siquiera cuando empezó la primera ola.
Desde que la epidemia llegó al país han muerto 9.767 personas, 33 de ellas el viernes.
La insistencia de las autoridades es a respetar la distancia, usar mascarilla y ventilar espacios cerrados, pero la canciller Merkel pidió ir más lejos.
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«Si todos reducimos ahora de manera significativa los encuentros fuera del núcleo familiar durante un cierto tiempo podemos poner freno y cambiar la tendencia de esta multiplicación de las infecciones», afirmó.
Limitar los contactos «es la herramienta más eficaz que tenemos ahora mismo para luchar contra la pandemia. Y hoy es más necesaria que nunca», insistió.
Merkel dijo que esos sacrificios deben hacerse en interés propio y en interés de la sociedad para hacer posible que los colegios y las guarderías sigan abiertos y para que la economía y los puestos de trabajo no se vean más afectados.
Alemania está en una fase difícil de la pandemia y los contagios aumentan de manera más rápida que en primavera.