El vestido elegido para la 71 edición de los Premios Emmy no le favoreció a Kim Kardashian. Se le hizo difícil caminar por el escenario al momento de presentar una de las categorías de lo mejor de la televisión estadounidense.
Con un look sobrio, la esposa de Kanye West optó por un vestido sirena en terciopelo negro, de Vivienne Westwood, que combinó con tres collares plateados, dos cadenas y un crucifijo. Pero, la prenda le jugó una mala pasada.
Kardashian casi no podía caminar, incluso en un momento se tropezó, pero no llegó a caerse. Este momento se hizo viral de las redes sociales en cuestiones de minutos.
Kim estaba acompañada de su hermana, la top model Kendall Jenner, quien lució un vestido sirena con estampa floral en tafetán combinado con cuello polera en charol, del diseñador inglés Richard Quinn.
Pero eso no fue todo para las hermanas. Revolucionaron a la audiencia cuando Kim dijo que “nuestra familia sabe de primera mano cómo la televisión realmente convincente proviene de personas reales que simplemente son ellas mismas”.
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Kendall por su lado reflexionó “contando sus historias sin filtro y sin guión”, mientras el público estalló en risas. Esto al parecer no le gustó a las hermanas.
Sin alterarse, Kardashian le entregó el premio a RuPaul: Reinas del drag, el programa en el que RuPaul y otros jueces buscan a la siguiente superestrella del drag estadounidense.