El desencanto que ha dejado el impuesto a las bebidas azucaradas, el crecimiento del crimen, la inseguridad, la pobreza y la falta de viviendas para personas de escasos recursos, son los temas que marcan un aparente desgano de los votantes afroestadounidenses en relación a apoyar una victoria del alcalde Jim Kenney en las primarias del 21 de mayo.
Los afroestadosunidenses constituyen el grupo racial más numeroso en la ciudad de Filadelfia y sus inquietudes son escuchadas con atención en tiempos de elecciones por las estructuras demócratas.
Algunos líderes negros creen que el entusiasmo con Kenney se ha marchitado, porque el impopular pago de “impuesto a las sodas”, que debió transformarse en la creación de mayor número de pre-kindergarten y reconstrucción de bibliotecas, centros de recreación y espacios públicos no es una obra tangible.
El piso endeble para las aspiraciones reeleccionistas de Kenney, puede verse en la encuesta de Pew Charitable Trust, que preguntó a los residentes sobre las principales preocupaciones que enfrenta la ciudad, entre otras cosas, el 71% de los encuestados negros perdieron el interés por el impuesto a las bebidas endulzadas de 1,5 por onza.
El impuesto a las gaseosas fue aprobado en 2016 por el Consejo General con una votación final de 13 a favor y 4 en contra. Este hecho coloca un dato curioso en el panorama actual, porque la contienda preliminar que busca sacar de la carrera a Jim Kenney, sus correligionarios el senador estatal Anthony Williams, D-8, y a Alan Butkovitz, excontrolador de la ciudad, se han comprometido a poner fin al impuesto sobre las bebidas gaseosas.
Problemas de verdad
De acuerdo al sondeo citado, el desencanto afroamericano por la inocuidad de la herramienta tributaria, no es nada en comparación al aumeto del crimen, la seguridad pública y las drogas, datos aportado por la encuesta.
En una pregunta abierta, los 600 residentes encuestados mencionaron la educación y las escuelas como su segunda preocupación principal (17%), seguida de un vínculo entre la pobreza y la revitalización de los barrios de aburguesamiento (12%), luego los empleos (11%) y los impuestos (9%).
La vida de la ciudad y los avatares que tocan a los afroamericanos han creado micro sismos en el apoyo que se le dará a Jim Kenney para la reelección. Algunos generadores de opinión, en su mayoría pastores de iglesias, han resaltado la desconexión de Kenney con las necesidades de la comunidad negra.
Siguen en las mismas
Una voz entre muchas a destacar es la de Leslie Callahan, pastor de la Iglesia Bautista de San Pablo, quien en referencia a los temas importantes recordó que en 2015 Kenney sedujo a los votantes prometiendo el fin de Kenney cortejó fuertemente a los votantes negros en 2015 poner fin a la práctica de la policía de Filadelfia de detener y cachear, que afecta desproporcionadamente a los negros y a las comunidades de color.
Cuatro años después, la policía sigue usando el sistema de detención y registro; la mayoría del gabinete del alcalde es blanco; los homicidios alcanzan su nivel más alto en 10 años; la tasa de pobreza sigue siendo del 26%; y las opciones de vivienda asequible son pésimas, dicen algunos líderes negros.