Representantes de 175 países que participaron en la Asamblea de las Naciones Unidas para el Medio Ambiente (UNEA, sus siglas en inglés), en Kenia, acordaron la creación del primer tratado internacional jurídicamente vinculante contra la contaminación por plásticos.
Esta decisión deja atrás tras varios años de negociaciones y declaraciones, se aprobó una resolución para la creación de un comité intergubernamental que comenzará a elaborar este tratado a partir de junio. Esta resolución podría estar lista en 2024 y aborda el ciclo de vida completo del plástico, incluyendo su producción, diseño y eliminación.
La producción mundial de plástico se ha multiplicado por dos en solo dos décadas hasta alcanzar los 461,1 millones de toneladas en 2021. La previsión es que vuelva a duplicarse para 2040 si no se reduce la producción de un material que es muy barato, tiene una bajísima tasa de reciclaje —9% de los residuos de este tipo que se recogen en el mundo— y genera un alto impacto en la naturaleza: más de 140 millones de toneladas de residuos plásticos están ya contaminando los ríos, lagos y mares del planeta, advirtió un reciente informe de la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económico, destacado por El País.
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«La Asamblea de las Naciones Unidas para el Medio Ambiente, con el telón de fondo de la agitación geopolítica, muestra la cooperación multilateral en su máxima expresión», dijo el presidente de la Asamblea y ministro de Clima y Medio Ambiente de Noruega, Espen Barth Eide. «La contaminación del plástico se ha convertido en una epidemia. Con la resolución de hoy estamos oficialmente en camino de una cura», agregó.
A su vez, se espera que el instrumento jurídicamente vinculante refleje diversas alternativas para abordar el ciclo de vida completo de los plásticos, desde el diseño de productos y materiales reutilizables y reciclables. También abordará la necesidad de mejorar la colaboración internacional para facilitar el acceso a la tecnología, que permita la realización del revolucionario plan.
La exposición a los plásticos perjudica la salud humana, y puede afectar a la fertilidad, la actividad hormonal, metabólica y neurológica, mientras que la quema abierta de plásticos contribuye a la contaminación del aire.