La capital de Afganistán sigue sumando actos de vigorosa violencia al punto que nuevamente este jueves una explosión estremeció la entrada a una base del Ejército Nacional Afgano (ANA) ubicada en el sur de la ciudad.
Al momento del reporte de la información no ha sido posible conseguir precisiones sobre daños o bajas, sin embargo el accionar de la violencia es un dato más por lo que las Fuerzas Armadas de los Estados Unidos han reconsiderado el enfoque bélico que darán a los insurgentes.
De acuerdo a un comunicado del Ministerio del Interior afgano, la “explosión tuvo lugar este mediodía a las 8:20 GMT en el primer control de seguridad de la entrada a una instalación de la Brigada de Comandos en el distrito policial 7 de la ciudad de Kabul”. Por el momento ningún grupo ha reivindicado la autoría del ataque.
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Kabul ha sido objetivo de varios ataques en tiempos. El penúltimo de ellos el pasado jueves, ejecutado con el uso de una furgoneta cargada de explosivos en el que murieron 12 personas, incluyendo un soldado estadounidense y otro rumano.
Justamente esa acción violenta fue la que tomó como argumento la administración de Donald Trump para cancelar las conversaciones de paz que se llevarían a cabo en Camp Davis, a la que asistirían representantes del gobierno afgano, por su puesto los anfitriones y personeros de los talibanes, quienes reivindicaron la matanza.
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En la cuenta también ha de incluirse el ataque del lunes de la semana pasada, cuando un tractor cargado de explosivos cerca de un complejo residencial de Kabul en el que suelen alojarse contratistas extranjeros dejó al menos 21 muertos, entre ellos cinco atacantes, y otras 119 resultaron heridas.
República Islámica de Afganistán ha experimentado además un repunte en la violencia entre insurgentes y el Gobierno coincidiendo con las fallidas negociaciones de paz entre talibanes y Estados Unidos.
El acuerdo entre ambas partes, después de más de un año de reuniones en Catar, parecía estar más cerca que nunca hasta que el presidente estadounidense, Donald Trump, dio por muertas las conversaciones el pasado domingo tras la muerte del soldado estadounidense.