El local de comida rápida Chick-fil-A, ubicado en el condado de Montgomery, decidió prohibir el ingreso al establecimiento de niños y adolescentes sin sus padres o representantes.
La cadena de comida informó que la medida se tomó para proteger a sus comensales y al personal, luego de una serie de comportamientos por parte de niños y adolescentes, que incluyen el volumen y el lenguaje explícito, el maltrato a la propiedad, la falta de respeto de los empleados y actitudes inseguras.
A través de Facebook, Chick-fil-A aseguró que evaluaron la medida mucho antes de tomar la decisión, pero “decidimos que era el momento”.
“Como puedes imaginar, esta no es una experiencia agradable. Queremos proporcionar un entorno cómodo y seguro para nuestros huéspedes y nuestro personal, y también proteger nuestro edificio. Por lo tanto, no podemos permitir que esto continúe”, refleja la publicación de Facebook.
Chick-fil-A se disculpó con los niños y adolescentes que se han actuado adecuadamente, al tiempo que agradeció el acompañamiento.
En el anuncio, la cadena de comida concluyó sus palabras con los padres. “No los estamos culpando. Los niños y adolescentes están aprendiendo a navegar por el mundo sin supervisión y, a menudo, superar los límites”.
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A partir de la semana pasada, todos los niños menores de 16 años deben estar acompañados por un adulto cuando coman dentro del restaurante.
Según la cadena, la mayoría de los locales Chick-Fil-A Inc. son de propiedad individual, por lo cual, cada uno puede establecer sus propias políticas.