Sobrevivientes y familiares de las 49 víctimas del tiroteo ocurrido en 2016 en la discoteca Pulse en la ciudad de Orlando, recordaron el pasado domingo 12 de junio 6to. aniversario de la esa masacre con indignación debido a la ola de matanzas masivas que han tenido lugar en el país y por la inacción de las autoridades para frenar esa violencia armada.
Con la lectura de los nombre de las 49 víctimas y con la misma cantidad de campanazos en una iglesia de la urbe floridana, entre otros actos conmemorativos, la comunidad rindió tributo a sus seres queridos asesinados durante la madrugada del domingo 12 de junio de 2016 a manos de Omar Mateen cuando celebraban una fiesta latina en el citado bar gay donde también resultaron heridas 53 personas.
“Lo que debería haber sido una ocasión feliz se convirtió en una devastadora pesadilla”, comentó en el evento la congresista Val Demings, mientras que líderes políticos y comunitarios se mostraron frustrados por la ausencia de leyes para frenar el uso de armas largas por parte de civiles que en las últimas semanas han segado la vida de 19 niños y dos maestras en Uvalde, Texas y de 10 personas más Búfalo, Nueva York, en dos tiroteos masivos.
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“Es inaceptable que seis años después del brutal ataque al club nocturno Pulse, veamos poca o ninguna acción por parte de nuestros líderes para abordar la violencia armada o las causas profundas del odio y la homofobia en nuestro país”, lamentó el presidente y director ejecutivo de Hispanic Federation, Frankie Miranda.
A pesar de esto, Miranda deploró que “la regulación de armas de sentido común continúa bloqueada en el Congreso”.
Igualmente la organización defensora de los derechos de la comunidad LGTBQ+, Human Rights Campaign (HRC) criticó que no se haya avanzado en una legislación federal significativa sobre la reforma de la venta de armas.
Hace seis años Omar Mateen, un estadounidense de origen afgano, irrumpió disparando indiscriminadamente en el bar Pulse con un fusil de asalto y una pistola automática durante un ataque que se prolongó por casi tres horas hasta que fue abatido por las fuerzas policiales.
Por su parte el congresista estadounidense Darren Soto, de origen puertorriqueño y representante del distrito donde ocurrió el tiroteo, dijo que los demócratas continuarán trabajando “para promulgar el control de armas”.
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Las minorías en la mira
La gran mayoría de las personas asesinadas en el bar Pulse eran de origen latino, igual que las de Uvalde y El Paso, Texas, esta última ocurrida en agosto de 2019 en un supermercado con un saldo de 22 muertos.
Según datos de 2021 de los Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades de Estados Unidos (CDC), cada año más de 4.100 latinos mueren a causa de la violencia armada en este país (un promedio de 11 muertes por día) y 13.300 son baleados y heridos.
Según el FBI el sesgo hacia la raza, el origen étnico y la ascendencia siguen siendo la mayor motivación para los delitos de odio.