Aunque lo parezca, hacer una salsa bechamel no es algo del otro mundo. Muchos personas se quejan de que la salsa les queda con grumos, muy espesa o que el sabor no es el que conocen, y deciden no hacerla más.
Con unos trucos muy sencillos, esto no volverá a pasar. Se logrará la salsa ideal en pocos minutos, la cual puedes acompañar con una Salsa Boloña para cocinar un pasticho que a toda la familia le encantará.
Una teoría afirma que la bechamel nació en Florencia, Italia, de la mano de los cocineros florentinos de Catalina de Médici, pero posteriormente se llevaron la receta a Francia cuando ella se casó con Enrique II de Francia, en 1533. La primera receta conocida, aunque era bastante diferente de la actual, fue revelada por primera vez en el libro de cocina titulado Le Cuisinier Français, publicado en 1651 por el cocinero François Pierre de La Varenne.
Ingredientes:
- ½ litro de leche
- 60 gr de harina de trigo (1/2 tazas)
- 3 cucharadas de mantequilla
- ¼ de cucharaditas de nuez moscada
- Una pizca de pimienta
Lee también:Prepara una deliciosa receta italiana: Pasta al pesto
Preparación
Calienta la leche junto con la harina, la mantequilla, la nuez moscada y la pimienta. A medida que va calentando, mezcla con un batidor de mano.
Ahora a fuego bajo y sin parar, sigue mezclando con el batidor para que no se pegue en el fondo ni se hagan grumos. Sigue hasta que se vaya espesando.
En pocos minutos ya tendrás la consistencia adecuada, sin ningún grumo a la vista y perfecta para usarla en una pasta, un pasticho o para cualquier otra receta.
Si al momento de usarla está más espesa, basta con agregarle un poquito de agua y volver a batir por 1 minuto a fuego bajo.