Analistas internacionales quienes siguen de cerca las hostilidades entre los Estados Unidos e Irán, están tratando de buscar una explicación a la omisión de datos de control de daños en la que ni el presidente Donald Trump, ni el Pentágono, informaron sobre 11 militares heridos durante el ataque misilístico que recibió la base militar de Al Asad.
Tanto a manera apriorística en su cuenta Twitter, como en su declaración posterior, el inquilino de la Casa Blanca no hizo referencia a heridos o lesionados, y el mismo Pentágono en su parte de control de daños aseguró que se habían adoptado todas las “medidas oportunas” para proteger a las tropas y sus aliados”. “Estas bases han estado en alerta máxima debido a las indicaciones de que el régimen iraní planeaba atacar nuestras fuerzas e intereses en la región”, indicaron en una nota.
Ahora existen datos novedosos emanados de la coalición militar liderada por Estados Unidos en Irak, que ha comunicado que once soldados resultaron heridos por conmoción cerebral tras el ataque iraní a la base irakí de Al Asad, que contaba con la presencia de tropas de Washington, pese a que en un primer momento el Pentágono anunció que no se habían producido ni muertos, ni heridos.
Puedes leer: Trump: “Estados Unidos está preparado para abrazar la paz”
“Si bien ningún miembro del servicio estadounidense murió en el ataque iraní del 8 de enero a la base aérea de Al Asad, varios fueron atendidos por síntomas de conmoción cerebral que les produjo la explosión y todavía están siendo evaluados”, ha contado el capitán Bill Urban, portavoz del Comando Central de Estados Unidos.
Urban ha explicado que el tratamiento de estos soldados es un “procedimiento estándar” que se lleva a cabo cuando hay personal cerca de una explosión, para averiguar si se han producido “lesiones cerebrales traumáticas”.
Así, “por precaución”, tal y como ha detallado Urban, ocho personas han sido trasladadas al Centro Médico Regional Landstuhl, en el sur de Alemania, mientras que otras tres han sido evacuadas al campamento Arifja, en la capital de Kuwait, para hacerles “un examen de seguimiento”.
Puedes leer: Donald Trump: Muerte de Soleimani fue para “disuadir futuros planes de ataques iraníes”
Una explicación postrera sobre estas últimas revelaciones llegó del Pentágono, datos divulgados por la cadena de televisión CNN. Al parecer tras una inicial “evaluación del comandante, los síntomas surgieron días después del hecho”, de ahí, ha dicho, la contradicción entre las primeras declaraciones del secretario de Defensa, Mark Esper, que sólo informó de daños materiales tras el ataque.