Las sábados de barbacoas en los parques de Filadelfia tienen fototropismo positivo para las balas de los maleantes y no fue la excepción ayer cuando un “tiroteo sin sentido” se desencadenó en el parque Clayborn & Lewis Playground.
Un rastreo a eventos similares puede hacerse con facilidad en Google. Por solo nombrar alguno de los más icónicos en 2017 una chica, Diamond Whitaker, de 16 años, fue disparada varias veces mientras estaba en una barbacoa en una casa en el suroeste de Filadelfia.
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En 2016 Asir Brown, de 16 años, fue alcanzado una vez en la espalda y murió menos de 40 minutos después en el Hospital Infantil de Filadelfia. O que tal uno más reciente, el 4 de julio de este año, justo antes de las 6:30 p.m., cuando un hombre murió en un doble tiroteo fuera de una casa en el bloque 2100 de la calle East Ann en Kensington. La policía dijo que dos hombres armados se acercaron y abrieron fuego mientras los hombres se sentaban juntos durante una barbacoa en la cuadra.
Las balas y el aire libre
Muchas consideraciones deberá hacer la ciudad y muchas más la familia que ayer sábado miró como varios de sus integrantes ingresaron a la sala de emergencia de un hospital, tras haber sufrido heridas de bala durante una balacera de la que no formaban parte.
De acuerdo al reporte de Joe Brandt de la NBC10, de quien se toman los datos de segunda mano, seis personas fueron enviadas a los hospitales de Filadelfia el sábado por la noche después de que alguien abriera fuego en una cuadra del vecindario del oeste de Filadelfia durante una barbacoa nocturna, según la policía. Las víctimas, todas en condiciones estables, incluyen: dos hombres de 18 años, un chico de 17 años, una mujer de 18 años, una mujer de 24 años y una mujer de 59 años. Al parecer una de las damas está en estado de gestación.
La policía recibió una llamada a las 9:21 p.m. al bloque 1100 de la calle 38 (cerca de Poplar) en Mantua, parte del oeste de Filadelfia.
Los oficiales llegaron al parque Clayborn & Lewis Playground e inmediatamente llevaron a tres víctimas al Penn Presbyterian Medical Center. Una víctima más llegó allí y dijo a los oficiales que le habían disparado en la calle 38 y Poplar, según la policía.
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Otras dos víctimas llegaron al Hospital de la Universidad de Pennsylvania con heridas de bala.
En una declaración a altas horas de la noche, la comisionada de policía Danielle Outlaw condenó el “insensato acto de violencia con armas de fuego que ocurrió esta noche en la 38 y Poplar”.
“Estos actos de anarquía no tienen cabida en nuestras comunidades; y me mantengo firme en que haremos responsables a aquellos individuos que buscan causar daño en nuestra ciudad”, dijo Outlaw. “Nuestros pensamientos y oraciones van a estas seis víctimas, sus familias, y a todos los afectados por este terrible evento.”