Endiosado, amado, venerado, admirado y respetad. También juzgado, criticado y cuestionado eso fue Diego Armando Maradona quien tras su fallecimiento este miércoles 25 de noviembre se convirtió en un mito gracias al fútbol y a su personalidad.
El campeón del mundo con Argentina en México 1986, es hijo de Dalma Salvadora Franco y Diego Maradona padre, y nació el 30 de octubre de 1960. Fue el quinto hijo de los ocho del matrimonio y el primer varón.
Su infancia, que transcurrió en Villa Fiorito una de las zonas más desprotegidas de la provincia de Buenos Aires, estuvo plagada de carencias.
“Cuando llegaba la comida, mi mamá decía que le dolía la panza porque quería que comiéramos nosotros y no alcanzaba. A los 13 años me di cuenta que mi vieja nunca había sufrido del estómago”, relató en una entrevista el adulto Maradona.
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En 1969 ingresó a Los Cebollitas, un equipo juvenil de Argentinos Juniors, que ganó a casi todos los equipos con los que se enfrentó. Siendo un niño acaparó la atención de muchos por su técnica y su desenvoltura en el juego.
Su debut en Primera División fue el 20 de octubre de 1976, 10 días antes de cumplir 16 años, y resultó una derrota de Argentinos Juniors ante Talleres por 1-0.
Desde muy joven el “Pelusa”, como le llamaban, era famoso en el club por sorprender a los fanáticos en el estadio con sus malabares con el balón en el entretiempo de los partidos.
Maradona defendió la camiseta del Bicho hasta 1981, cuando pasó a Boca Juniors.
Aunque jugó algunos partidos con la selección Argentina, el seleccionador César Luis Menotti, no lo convocó para la Copa del Mundo que la Albiceleste disputó y ganó en 1978 en Argentina. Pero en 1979 Maradona ganó el Mundial Sub-20 de Japón, bajo la dirección técnica de Menotti.
Después del Argentinos Juniors, Maradona pasó por Boca Juniors (1981-1982 y 1995-1997), Barcelona (1982-1984), Nápoles (1984-1992), Sevilla (1992-1993) y Newell’s Old Boys (1993-1994).
Ganó un Metropolitano (1981) con Boca Juniors, la Copa del Rey (1983), la Copa de la Liga (1983) y la Supercopa de España (1983) con el Barcelona y dos Ligas italianas (1987 y 1990), una Copa de Italia (1987) y una Copa de la UEFA (1989) con el Nápoles.
Con la selección de Argentina ganó la Copa del Mundo sub-20 de Japón 1979 y luego en México 1986, hizo su inmortal su nombre al anotar el gol llamado con “La mano de Dios” a Inglaterra en cuartos de final.
Dirigió a Deportivo Mandiyú (1994), a Racing Club (1995), al Al Wasl (2011-2012) y Al Fujairah (2017-2018) de los Emiratos Árabes, a los Dorados de Sinaloa (2018-2019), de la Segunda División de México, y en septiembre de 2019 asumió en Gimnasia y Esgrima La Plata, equipo que dirigía al momento de su muerte.
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En 2008 asumió como seleccionador de Argentina y renunció dos años después tras la eliminación en cuartos de final del Mundial de Sudáfrica 2010.
Sus declaraciones, peleas y litigios judiciales lo pusieron muchas veces en el centro de la opinión pública.
Maradona denunció penalmente a su ex esposa. Durante varios años se negó a reconocer a varios de sus hijos, fue filmado mientras golpeaba a su ex pareja Rocío Oliva y también fue acusado de abuso sexual por una periodista rusa.
Criticó a la Iglesia católica, a la FIFA, a la Asociación del Fútbol Argentino y a decenas de entrenadores, jugadores y personajes públicos. Además, tuvo un fuerte compromiso político y partidista con la izquierda, dentro y fuera de su país, que lo hizo un personaje más controvertido.
El 2 de noviembre fue internado en un centro médico por estar anémico, deshidratado y con “un bajón anímico”, Al día siguiente fue operado por un hematoma subdural en la cabeza.
El deceso del astro del futbol argentino marca un punto final en su historia personal, pero su mito queda vigente.