Frank James, el sujeto acusado de abrir fuego en el metro de Nueva York el pasado 12 de abril, se declaró inocente de terrorismo y otros cargos en un tribunal federal en Brooklyn.
James, de 62 años, es acusado de cometer un ataque terrorista u otro tipo de violencia contra un sistema de transporte masivo y disparar un arma de fuego durante un crimen violento. En total fueron 33 los disparos que presuntamente ejecutó el sospechoso.
En el hecho, 10 personas entre 16 y 60 años resultaron heridas de bala. Todas sobrevivieron al incidente.
Los cargos que enfrenta el acusado conllevan una sentencia de cadena perpetua.
Según la versión de las autoridades, James manejó desde Philly y lanzó bombas de humo y disparó en múltiples oportunidades en un tren lleno de pasajeros matutinos cuando se acercaba a una estación de Brooklyn.
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También se encontraron en la escena una tarjeta bancaria, su teléfono y la llave de la camioneta alquilada.
James presuntamente usaba una máscara quirúrgica, un casco de construcción y un chaleco de seguridad al momento del tiroteo.
La policía también informó sobre el hallazgo de la pistola semiautomática Glock de 9 mm utilizada en el tiroteo y la rastrearon hasta James, quien fue aprehendido unas 30 horas después del ataque.
Por su parte, la defensa de James alega que sus derechos fueron violados por el FBI luego del arresto, debido a que estos tomaron muestras orales de ADN del sospechoso sin informar a su equipo legal. También habría sido interrogado indebidamente en su celda y obligado a firmar varios documentos.
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