“Un patrón de conducta ilegal” que se conjuga con una “amplia coordinación política” antiética, guió la Corte Suprema de Manhattan a emitir una orden judicial para disolver la Fundación Donald J. Trump, que habría favorecido los intereses del homónimo en la campaña presidencial de 2016.
La conducta institucional de la sociedad sin fines de lucro fue reprobada por la alta corte de Nueva York, que tuvo acceso documental a actividades reñidas con la legalidad, que en el seno de la fundación se habían prolongado durante más de una década.
De acuerdo con una investigación de la Fiscalía, la organización recaudó más de 2,8 millones de dólares con el fin de influir en las elecciones y bajo control de la dirección de la campaña del ahora presidente.
Barbara Underwood, la fiscal general de Nueva York, participó a los estadounidenses sobre el acuerdo de disolución de la Fundación Donald Trump, que quedará bajo supervisión judicial y revisión de esa agencia del Estado al estar bajo sospecha por un “patrón de ilegalidad” en la campaña presidencial de 2016.
Underwood aseguró que el aval que la Fiscalía consiguió para detener las operaciones de la Fundación Trump es una “importante victoria”.
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A mediados de 2018 la Fiscalía demandó a la Fundación, incorporada en el 1987, a la que acusan de numerosas irregularidades, luego de dos años de investigación, pidiendo su disolución, lo que el tribunal aceptó.
En el mes de junio el Estado argumentó que había en la Fundación un “patrón de conducta ilegal persistente”, que se habría prolongado durante más de una década y que incluye una “amplia coordinación de política ilegal” con la campaña presidencial.
Underwood acusó a Trump de haber utilizado su Fundación para pagar gastos legales, promocionar sus hoteles y otros negocios y para adquirir artículos personales.
Un comunicado de la Fiscalía sobre el acuerdo precisa que la demanda también busca una restitución de 2,8 millones de dólares y sanciones: una inhabilitación de diez años al presidente Trump y de un año para sus tres hijos mayores para poder servir en juntas de otras organizaciones benéficas de Nueva York.
“La estipulación cumple una parte clave del alivio buscado en nuestra demanda. Según los términos, la Fundación Trump sólo puede disolverse bajo supervisión judicial, y sólo puede distribuir los activos caritativos restantes a organizaciones acreditadas aprobadas por mi oficina”, indicó Underwood en el comunicado de la Fiscalía General de Nueva York.