Caimanes caminando plácidamente por la calle o los jardines de una residencia, osos hurgando entre los contenedores de basura de un vecindario, tiburones que nadan alrededor de desprevenidos bañistas en una playa, pitones que aparecen en una lavadora o en el inodoro de una vivienda. Todas estas escenas son posibles en Florida, uno de los estados del país donde los encuentros entre humanos y animales salvajes son más comunes y letales.
Florida es el estado que ocupa el tercer lugar con el mayor número de muertes causadas por animales con 247 personas que fallecieron entre 1999 y 2019 debido a ataques de animales según un informe elaborado por Outforia, un medio digital especialista en temas relacionados con la naturaleza.
En materia de encuentros fatales entre personas y animales ocurridos en el mismo periodo de 20 años, esta región del sur de Estados Unidos solo es superada por Texas con 520 casos letales que es el equivalente a 26 muertes cada año, y California con 299 muertes causadas por animales.
El estratega y fundador de Outforia, Carl Borg, comenta que aunque no tienen información oficial sobre la causa de cada muerte compilada en el informe, sí cuentan con datos que indican que en su mayoría las muertes humanas causadas por animales se debieron a mordeduras o golpes por parte de animales salvajes.
Los caimanes están en el quinto puesto de la clasificación de animales salvajes que más muertes humanas han causado en Estados Unidos en los últimos 50 años, por detrás de los osos pardos y negros, tiburones y serpientes.
Según la Comisión de Vida Salvaje y Pesca de Florida (FWC), desde 1948 se han documentado más de 20 casos de muerte de personas a causa de ataques de esos reptiles en este estado.
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¡Cuidado con los osos!
En Estados Unidos el oso pardo es el animal salvaje que más vidas humanas ha cobrado con 70 casos documentados desde 1970 según con una clasificación realizada por Outforia.
Le siguen los tiburones con 57 muertes, las serpientes en general con 57, los osos negros con 54, los caimanes con 33, los pumas con 16, los osos polares con 10 y los lobos con 2.
Carl Borg precisa que aunque parezca lógico considerar la peligrosidad de un animal por el número de ataques, esto no es así si se toma en cuenta que entrar en contacto con avispas, abejas y avispones es muy peligroso y hay muy pocas maneras de evitarlo.
Sin embargo, el informe deja claro que hay que cuidarse de los osos de cualquier raza y la FWC está al tanto de eso. Por tal razón publicó un manual con recomendaciones ante la proximidad del otoño que es la época del año en la que el oso negro se moviliza más en busca de alimento de cara al invierno.
La primera recomendación a quienes viven en lugares donde hay osos resguardar los cubos de basura, recipientes con comida para mascotas y comederos para pájaros u otros objetos que puedan atraer un oso a su casa.