El fiscal general del estado de Pensilvania, Josh Shapiro, informó sobre dos arrestos por la van con explosivos. El hecho ocurrió en medio de una jornada de protesta en la ciudad de Filadelfia.
Los dos hombres fueron acusados de posesión de armas de destrucción masiva. Según la ley de Pensilvania incluye todo lo que tenga elementos o compuestos químicos que puedan causar daño o muerte. Los otros cargos imputados fueron conspiración y riesgo de catástrofe.
Los procesados tenían la intención de utilizar los explosivos para robar cajeros automáticos. Shapiro en una declaración a finales del jueves, dijo que el conductor y el pasajero de una camioneta fueron arrestados el miércoles con material peligroso. Poseían dinamita, una antorcha de tanque de propano, una pistola paralizante y herramientas como taladros eléctricos, cortadores de pernos y machetes, dijo.
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Los explosivos y herramientas recuperadas se utilizan comúnmente para tratar de desmantelar y robar las ganancias de los cajeros automáticos. Ha habido al menos 30 atentados con bombas en cajeros automáticos en Filadelfia en los últimos cuatro días”, dijo Shapiro.
Dos arrestos por la van con explosivos
Los dos sospechosos parecían formar parte de un grupo más grande. De 10 a 15 vehículos habían salido de un estacionamiento en un convoy, dijo, citando a la policía de Filadelfia. Los uniformados respondieron a una alarma de robo comercial.
El convoy huyó cuando la policía apareció. Los agentes sólo pudieron detener uno de los carros. Lograron dos arresto por la van con explosivos.
“Estos individuos que han sido acusados porque trataron de utilizar un mensaje de justicia para proporcionar una pantalla para su propio beneficio”, dijo Shapiro. El fiscal se refierió a los disturbios callejeros por el tiroteo policial de Walter Wallace.
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“No permitiremos que los criminales secuestren y se aprovechen de las protestas legales como una oportunidad para sembrar el caos”.
La tensión se apoderó de las calles de Filadelfia desde el incidente del lunes. Ese día Wallace, de 27 años, armado con un cuchillo, fue muerto a tiros por dos oficiales. Ellos respondían a lo que sus parientes dicen que era una llamada de auxilio por una crisis de salud mental.