En un esfuerzo para reducir el impacto de los altos costos energéticos que conlleva la llegada del invierno, la administración Biden gestiona medidas para la distribución de varios miles de millones de dólares en ayudas para la calefacción y las facturas de los servicios públicos.
La abultada suma procede principalmente de su paquete de estímulo de $1.9 billones en ayudas para las situaciones generadas por la pandemia.
Según reporta ABC News, el paquete distribuyó 4.500 millones de dólares adicionales para el Programa de Asistencia Energética para Hogares de Bajos Ingresos del gobierno. Este programa posee una financiación regular de aproximadamente 3.000 y 4.000 millones de dólares anuales.
Las ayudas destinadas a los inquilinos también pueden cubrir los costes de los servicios públicos, mientras que el dinero proporcionado a los gobiernos estatales, locales y tribales puede ayudar a las familias que se enfrentan a elevadas facturas de calefacción y no son elegibles para otros programas.
Medida de precaución
Gene Sperling, supervisor de la ayuda contra el coronavirus para la Casa Blanca se refirió respecto a la iniciativa como una medida de precaución frente a posibles adversidades climáticas o fluctuaciones de índole económico.“Es otro ejemplo en el que el Plan de Rescate Americano incluyó precauciones adicionales para garantizar que estuviéramos preparados.”
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“Estos nuevos programas y fondos fueron diseñados para asegurar que si el clima era más frío o los precios eran más altos, tendríamos los mayores recursos para ayudar a tantas familias en apuros como fuera posible”, afirmó Sperling.
Los precios de la electricidad y el gas natural son aproximadamente un 11% más altos que hace un año, según el índice de precios al consumo del Departamento de Trabajo. De acuerdo a estimaciones de la Administración de Información Energética los precios del combustible de calefacción se han duplicado con creces en el último año.