“Te lo ruego, tengo cuatro hijos”, fueron las últimas palabras de Christina Spicuzza, una conductora de Uber de 38 años que fue asesinada por un pasajero en Allegheny, Pensilvania.
La cámara del vehículo de la mujer registró el fatídico suceso en el que perdió la vida.
El hecho
Spicuzza recogió a un cliente el pasado 10 de febrero. Las imágenes recopilaron el instante en el que el pasajero “sacó un arma de fuego de su lado derecho y se inclinó hacia Spicuzza”, según la denuncia consultada por el diario británico The Independent.
El hombre colocó su mano izquierda sobre el hombro izquierdo de la conductora y le ordenó que siguiera conduciendo, para luego, con su mano derecha, apuntarle con el arma en la parte trasera de la cabeza. La mujer levantó la mano derecha y tocó el arma.
“Tienes que estar bromeando”, le dijo. Pero el hombre le aseguró que se trataba de un arma real. En varias ocasiones el sujeto le ordenó que completara el viaje y le tiraba del pelo, moviendo su cabeza.
“Vamos, tengo una familia”, dijo ella, a lo que él respondió: “Yo también tengo una familia, ahora maneja”.
Tras obligarla a manejar hacia una zona boscosa, el sujeto tomó el celular de Spicuzza e intentó sacar dinero transfiriéndolo a sus cuentas.
Se estima queel hombre asesinó a la conductora a eso de las 9:34 de la noche. Su familia la reportó como desaparecida al día siguiente.
Te puede interesar: Furia al volante: persecución y 27 disparos
El vehículo llevó al sospechoso
Dos días después, en horas del mediodía, la policía descubrió el cadáver de Christina Spicuzza con una herida en la cabeza en la zona boscosa, bocabajo y con la mascarilla de protección por el COVID-19 aún puesta.
Posteriormente fue localizado el vehículo, y con él, las evidencias que apuntaban a Calvin Crew, un hombre de 22 años, como principal sospechoso.
Crew se encuentra bajo arresto, acusado de robo, homicidio criminal y manipulación de pruebas.
Te puede interesar: