Muchos médicos se encuentran profundamente preocupados por los planes de Temple Health de crear un nuevo hospital para mujeres en el antiguo campus de Cancer Treatment Centers of America en Juniata Park. Los profesionales de la medicina argumentan que el traslado de la unidad de parto fuera del hospital principal podría poner en peligro la seguridad de los pacientes.
En entrevistas concedidas para WHYY News, media docena de profesionales médicos que trabajan en el Departamento de Obstetricia de Temple dijeron que si el centro para mujeres se abriera bajo su plan actual, no se sentirían cómodos ejerciendo allí debido a las preocupaciones de seguridad.
Temple Health atiende unos 2.200 partos al año. Muchos de sus pacientes presentan problemas de salud graves que pueden provocar complicaciones durante el embarazo. Estas situaciones exigen regularmente la colaboración de servicios de urgencia especializados más allá de la obstetricia. A pesar del mayor grado de atención que requieren los casos, el sistema sanitario afirma que no ha habido ninguna muerte materna en más de cinco años.
Proximidad de servicios
Los obstetras lo atribuyen a la proximidad de los servicios auxiliares para esas pacientes de alto riesgo: Dado que Temple es un centro de traumatología de nivel 1, los médicos de partos pueden simplemente pedir ayuda o trasladar a una paciente a otra planta si necesitan asistencia.
Les preocupa que un hospital femenino sin servicio de urgencias ni apoyo intraoperatorio ponga a las pacientes en mayor peligro. “Dependemos de todos los recursos del Hospital Universitario de Temple para mantener a nuestros pacientes con vida”, afirmó la Dra. Michelle Duncan, directora médica de la Unidad de Triaje de Obstetricia.
You can read: Todos los adultos de Pensilvania elegibles para la vacuna de refuerzo
Duncan y sus colegas explicaron que expresaron sus temores a los administradores en una serie de reuniones antes de que los planes se anunciaran formalmente la semana pasada. Sin embargo, sintieron que sus advertencias y preocupaciones no tuvieron eco.
Respuesta a las preocupaciones
No obstante, en respuesta a las preocupaciones de los empleados, el Dr. Enrique Hernández, Jefe de Obstetricia y Ginecología de la Facultad de Medicina Lewis Katz de Temple, subrayó que, para mantener la seguridad de los pacientes, el plan es seguir realizando los partos de mayor riesgo en el hospital principal, donde pueden estar cerca de otros servicios.
De acuerdo a Hernández, un especialista en medicina materno-fetal seguirá allí, y efectivamente muchos de los servicios se duplicarán en los dos hospitales. Dijo que se contratarán más puestos clínicos para poder dotar de personal a ambos centros, y señaló que el nuevo hospital tendrá ocho camas de UCI y que también se está tratando de organizar servicios de atención urgente in situ.
Aun así, a los obstetras les preocupa que no siempre se pueda predecir cuándo un embarazo va a requerir intervenciones de otros especialistas.