El Grupo de Lima reiteró que la “transición a la democracia” en Venezuela “debe ser conducida por los propios venezolanos pacíficamente”, apoyada por medios políticos y diplomáticos sin uso de la fuerza. Con esta afirmación el bloque niega la posibilidad de una intervención militar en Venezuela.
Los gobiernos de Argentina, Brasil, Canadá, Chile, Colombia, Guatemala, Honduras, Panamá, Paraguay, Perú y por primera vez Venezuela representada por Juan Guaidó, reconocido por más de 50 países como mandatario interino, firmaron una declaración en la que también “exigen la salida inmediata de Nicolás Maduro y el cese de la usurpación, respetando la autoridad constitucional de la Asamblea Nacional y al presidente encargado”.
La declaración del Grupo de Lima, conformado por 13 Estados latinoamericanos y Canadá creada en 2017 para promover una salida a la crisis venezolana, también condenó al régimen chavista por haber impedido el ingreso de las ayudas humanitarias internacionales el pasado sábado 23 de febrero “mediante actos de represión violenta que ocasionaron múltiples heridos y muertos en la frontera con Colombia y Brasil, todo lo cual ha agravado el riesgo en que se encuentran la vida, dignidad e integridad de los venezolanos”.
Asimismo el bloque solicita a la Corte Penal Internacional tomar en consideración la grave situación humanitaria en Venezuela pues considera que la represión contra la población civil y haber negado el paso de la asistencia, constituye un crimen de lesa humanidad.
El canciller colombiano Carlos Holmes Trujillo, fue el encargado de dar lectura a la declaración formal de la cumbre, luego de lo cual denunció que existen informaciones “serias y creíbles” de amenazas contra el líder de la Asamblea Nacional y su familia. Desde Bogotá responsabilizan “al usurpador Maduro de cualquier acción violenta contra Guaidó”, lo que obligaría a actuar al Grupo de Lima.
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“Juan Guaidó representa el anhelo de libertad y democracia de los venezolanos: es el futuro. Maduro, el usurpador, es el pasado”, enfatizó el jefe de la diplomacia colombiana.
Al encuentro asistieron el presidente de Colombia, Iván Duque, y el vicepresidente de Estados Unidos, Mike Pence, quien insistió en que para la administración de Donald Trump todas las opciones están sobre la mesa.
Washington anunció 56 millones de dólares adicionales de asistencia para los países aliados en la región que han recibido migrantes venezolanos, eso con el propósito de atender lo que consideran una crisis regional. Pence también instó a los países aliados a congelar los activos de funcionarios chavistas.
El país norteamericano fue el primero en reconocer a Guaidó como presidente y lo respalda de manera firme, aunque no pertenece formalmente al Grupo de Lima.
También asistieron al encuentro los mandatarios de Panamá, Juan Carlos Varela, y de Guatemala, Jimmy Morales; el vicepresidente de Brasil, Hamilton Mourão, y la vicepresidenta y canciller de Panamá, Isabel Saint Malo. México, Santa Lucía y Guyana, que no reconocen a Guaidó, se marginaron del encuentro en Bogotá y también Costa Rica, que sí lo reconoce.
Los “usurpadores” que detentan el poder en Venezuela “amenazan la estabilidad del continente”, subrayó en su intervención Juan Guaidó, quien llegó por sorpresa a Cúcuta el viernes 22 de febrero, la víspera del frustrado intento de ingresar la ayuda humanitaria, y viajó el domingo a Bogotá donde fue recibido con honores de jefe de Estado.
El líder de la Asamblea Nacional subrayó que en el caso venezolano no hay un dilema entre guerra y paz, ni entre derecha e izquierda, sino entre democracia y dictadura. Denunció que el régimen no ha tenido de otra que recurrir a su “última línea de defensa”, constituida por presos, colectivos armados y grupos paramilitares, debido a que ya no cuenta con lealtades sólidas en las fuerzas armadas.
“Esto es un problema de libertades y derechos fundamentales en un país”, afirmó. Después de calificar como “sádica” la quema de alimentos e insumos médicos frente a gente que los necesita, recordó que Venezuela se ha convertido en “santuario de terroristas”, en una alusión directa a la presencia de la guerrilla colombiana del Ejército de Liberación Nacional (ELN).
Adicionalmente, el Grupo de Lima reafirmó su respaldo a los representantes de Guaidó en las instancias internacionales y a la autoridad de la Asamblea Nacional. En concreto apoya el plan de rescate adoptado por el Parlamento venezolano el mes pasado y pidió al Banco Interamericano de Desarrollo (BID) acompañar a los partidarios de Guaidó, como autoridades legítimas “en la implementación de las reformas institucionales y económicas” necesarias para reactivar la economía, severamente golpeada por la hiperinflación y el desabastecimiento de alimentos y medicinas.