El endurecimiento de las sanciones contra Cuba anunciado por el secretario estadounidense de Estado Mike Pompeo el pasado 17 de abril, supone para la Unión Europea (UE) la reapertura de una temporada de litigios en el ámbito comercial y un desgate económico innecesario.
Mike Pompeo anunció que a partir del próximo 2 de mayo Washington activará, por primera vez en más de 20 años, los títulos III y IV de la ley Helms-Burton, aprobada en 1996.
El Título III permite que los estadounidenses, incluidos los cubanos naturalizados, pudieran demandar ante tribunales de EEUU a las compañías que supuestamente se estaban beneficiando de propiedades en Cuba que eran suyas antes de la Revolución liderada por Fidel Castro en 1959.
El Título IV, que también se activará, restringe la entrada en EEUU de quienes hayan confiscado propiedades de estadounidenses en Cuba o que hayan “traficado” con dichas propiedades.
España se resiente
Para el ministro español de Asuntos Exteriores, Josep Borrell, EEUU y Europa van a “entrar en una fase de extrema litigiosidad” ante la Organización Mundial del Comercio (OMC) por la decisión del presidente Donald Trump de activar parte de la ley Helms-Burton.
“Lo siento, pero vamos a entrar en una fase de extrema litigiosidad ante la OMC y los abogados van a tener mucho trabajo”, aseguró en declaraciones en la Casa de América de Madrid.
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Explicó que cualquier reacción de España será en el marco de la UE ante la decisión de activar a partir del 2 de mayo el Título III de esa ley, congelado desde su aprobación en 1996 debido a las presiones europeas.
Para Borrell, la respuesta a la decisión estadounidense de impulsar una ley con carácter extraterritorial obliga a Europa a “replantear ante la OMC los litigios que en su día se presentaron y se retiraron cuando Estados Unidos aceptó una moratoria renovable cada seis meses”.
China se une al reclamo
La República Popular China se unió al grupo de naciones que no comparte la extraterritorialidad que comprende la ley Helms-Burton y advirtió que parte de sus intereses serían afectados con la entrada en vigencia.
“China siempre se opone a la imposición de sanciones unilaterales fuera del marco de trabajo del Consejo de Seguridad de las Naciones Unidas. El bloqueo estadounidense ha causado ya un gran daño al desarrollo económico y social de Cuba y ha trastocado la vida de su gente”, afirmó en su momento el portavoz del Ministerio de Relaciones Exteriores chino Lu Kang en la rueda de prensa diaria.
Lu pidió a Washington que “siga los principios y propósitos básicos de la Carta de Naciones Unidas y del Derecho Internacional y levante su bloqueo sobre Cuba, lo cual está en línea con los intereses de los cubanos, del desarrollo de la isla y del propio Estados Unidos”.
“Muchos países han expresado su rechazo, y China siempre ha pedido a Estados Unidos que actúe de acuerdo a los principios del respeto mutuo y la coexistencia pacífica, que son la vía correcta para las relaciones entre estados”, añadió Lu.
El cambio de política abrirá la puerta a demandas en EEUU contra empresas de todo el mundo, entre ellas cadenas hoteleras españolas como Meliá, Barceló o Iberostar; así como la compañía canadiense Sherritt, dedicada al sector minero y una de las principales inversionistas extranjeras en la isla.