El cinturón de condados que rodean a Filadelfia que se han visto implicados en un caso de desobediencia a las normas de apertura implantadas por el gobernador Tom Wolf, sentirá el influjo “libertador” del presidente Trump quien el jueves estará en los alrededores, para respaldar a esos residentes pensilvanos a los que apoyó en Twitter al decir que ellos “quieren su libertad ahora”.
La visita a Pensilvania tiene el manto protector de los intereses de la Casa Blanca en conocer las operaciones de un contratista “amigo de la casa”, Owens and Minor Inc. con sede en las afueras de Allentown, empresa que ha distribuido para los servicios de salud estadounidenses máscaras N95, batas quirúrgicas y guantes a hospitales y centros quirúrgicos de todo el país en medio del brote de coronavirus.
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Según un reportaje realizado por The Morning Call, la compañía de medios líder en Lehigh Valley y el tercer periódico más grande de Pensilvania fundado en 1883, detrás de la visita del Presidente se muestra con claridad el tanteo a un escenario del que desea sacar ventaja con miras a su reelección, entusiasmado con la intentona de desobediencia que fue sofocada desde Harrisburg por el gobernador Wolf.
Datos para aproximarse
De acuerdo a un trabajo elaborado para The Morning Call, que será sujeto a una interpretación editorial de este medio, Trump, en año de reelección, ha empezado a salir a la luz pública en un esfuerzo por pregonar su liderazgo y mostrar los éxitos de la administración durante la pandemia.
Es la primera visita presidencial de Trump al Lehigh Valley, una zona que se ha convertido en un indicador político en este crucial estado cambiante, y podría ser la clave de sus posibilidades de reelección.
El Lehigh Valley fue crucial para la victoria de Trump en 2016. Asimismo Northampton fue uno de los tres condados del estado que pasó de favorecer al demócrata Barack Obama en 2012 a apoyar a Trump, el candidato republicano en 2016.
Looking forward to being in Allentown, Pennsylvania, on Thursday. I love the State, and for very good reason!
— Donald J. Trump (@realDonaldTrump) May 12, 2020
Capitalizar la insurrección
Pensilvania ha sido una zona difícil para Donald Trump, quien se hizo en 2016 de una pírrica victoria al conquistar al segundo estado de la Unión con una ventaja de 44 mil votos de los 6 millones posibles que genera. El viaje del jueves será su 18ª visita al estado desde que asumió el cargo.
Donald Trump, quien lidera desde “la rosaleda” la campaña ReopenUSA, se ha entusiasmado con la reacción en coro de los condados Lebanon, Lancaster, York, Bucks, Dauphin, Schuylkill, Beaver y el reculado Cumberland y ha elegido al condado de Lehigh como cabeza de playa para gritar a viva voz “Pensilvania quiere su libertad ahora”.
Wolf domina a Trump
Más allá de las posibilidades los datos estadísticos muestran con mayor detalle el por qué Trump está hambriento de Pensilvania. La periodista Laura Olson, parte del staff de The Morning Call, colocó para la lectura datos interesantes.
Una encuesta del Washington Post-Ipsos publicada el martes encontró que el 45% de los residentes de Pensilvania aprueba el manejo del brote de virus por parte de Trump, mientras que el 54% lo desaprueba. Los gobernadores obtuvieron calificaciones mucho más altas en la encuesta de opinión pública multiestatal, con el 72% de los residentes de Pensilvania aprobando la respuesta del Gobernador Tom Wolf y el 27% desaprobando.
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Hay más líneas de ventaja que lleva Wolf sobre Trump tras las críticas de este último a las restricciones a los negocios en Pensilvania y otros estados. La encuesta del Washington Post-Ipsos apúnta que 59% de los residentes del estado dijeron que Wolf ha manejado las restricciones “de forma correcta”, con un 23% que dice que no han sido levantadas lo suficientemente rápido.
La escena en Owens and Minor
Se especula que el movimiento proselitista cabalga sobre los quid pro quo naturales entre los contratistas y el Ejecutivo. La empresa Owens and Minor ha estado trabajando de cerca con la administración en los esfuerzos de equipo de protección personal durante la pandemia. De allí que se preste como escenario para solapar la visita proselitista de Trump a Pensilvania.
La compañía de Virginia ha sido parte del Proyecto Airbridge del gobierno federal, un esfuerzo para traer equipo de protección personal a los EE.UU. desde el extranjero. También fue una de las cinco empresas a las que el Departamento de Salud y Servicios Humanos recurrió para suministrar aproximadamente 600 millones de mascarillas de respiración N95 en los próximos 18 meses, según el sitio web de la empresa.