La salud es un derecho fundamental. En el estado de New Jersey, la protección de la población más vulnerable —las personas embarazadas y los recién nacidos— da un paso importante con la ampliación de su programa de cribado universal para detectar la exposición a metales pesados, especialmente mercurio y plomo. Es una estrategia necesaria que busca adelantarse a las amenazas ambientales que, de forma invisible, pueden comprometer el desarrollo humano desde sus etapas más tempranas.
El Departamento de Salud de New Jersey (NJDOH) puso el foco en esos dos elementos particularmente tóxicos. Estas sustancias, ubicuas en ciertos entornos, son capaces de infiltrarse en el organismo materno y causar estragos que van desde complicaciones durante el embarazo, como la preeclampsia y el daño renal en las madres, hasta severos efectos neurológicos y cognitivos en los recién nacidos. El espectro de consecuencias es amplio y serio: malformaciones de órganos, dificultades de aprendizaje e, incluso, riesgo de muerte. Ante esta realidad, la pasividad no es una opción.
La decisión de extender este programa de biomonitorización, liderado por los laboratorios de salud pública del NJDOH, se consolida sobre seis años de experiencia piloto exitosa.
El Hospital Universitario Saint Peter’s en New Brunswick se convierte ahora en el nuevo epicentro de esta iniciativa. La implementación de la prueba prenatal universal de plomo y mercurio como parte del Proceso de Mejora de la Calidad del hospital da una ventana única de oportunidad. Al ofrecer esta evaluación de forma estándar, se dota a las futuras madres y a sus profesionales médicos de la información crítica necesaria para identificar casos de exposición que, de otro modo, permanecerían ocultos o subdiagnosticados.
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“Estamos decididos a mejorar los resultados de salud para las madres y bebés de New Jersey, y ampliar el acceso a las pruebas prenatales y neonatales nos ayudará a reducir el riesgo de intoxicación por plomo o mercurio mediante una intervención rápida”, dijo la primera dama Tammy Murphy. “Este es un método sencillo, pero eficaz, para asegurar que las familias de Nueva Jersey estén conectadas con apoyo y tratamiento oportunos.”
Primero, Saint Peter’s y NJDOH analizarán a 1.000 pacientes para detectar plomo y mercurio. Los datos recopilados permitirán al departamento obtener una comprensión más precisa de la prevalencia de la exposición a estos metales pesados dentro de la población prenatal del estado.
Los datos de la prueba serán utilizados por el NJDOH para evaluar la prevalencia de la exposición a metales pesados en la población prenatal. Tras el periodo de cribado y evaluación de datos, el objetivo es que la prueba prenatal y neonatal de plomo y mercurio se convierta en un procedimiento estándar de atención en el hospital.
Esta información es la base para diseñar intervenciones más específicas y efectivas, orientadas a mitigar disparidades y asegurar que las madres puedan limitar la exposición a estos tóxicos durante el período gestacional.
“Es más que identificar los riesgos y peligros; se trata de mejorar los resultados”, mencionó el Comisionado Interino de Salud Jeff Brown. “Hacer pruebas a madres durante el embarazo y a los bebés cuando nacen permite ofrecer orientación y tratamiento cuando más importa. Al tomar medidas para mitigar el riesgo de intoxicación por plomo o mercurio en madres y recién nacidos, los resultados de salud están cambiando para mejor”.

































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