Los entendidos en temas del catolicismo bajo obediencia de la estructura del Vaticano en los recientes cambios anunciados por el papa Francisco ven un movimiento de poder.
“El Santo Padre ha aceptado la renuncia” del arzobispo de Filadelfia, Charles Joseph Chaput, decía la declaración en la estructura de medios de la Ciudad Santa, añadiendo que el Papa había nombrado al arzobispo Nelson Pérez para que ocupara su lugar.
En una inmediata respuesta a los acontecimientos el arzobispo Chaput escribió en su página de Facebook el jueves por la mañana, que “No puedo pensar en un mejor sucesor para dirigir esta Arquidiócesis” y describió la nominación como un “momento de gran alegría” para los católicos de Filadelfia. Dijo que el arzobispo Pérez “ya es conocido y amado por nuestros sacerdotes y el pueblo”.
Sin embargo para los especialistas en temas de la Iglesia católica, apostólica y romana esparcida por el mundo, los reporteros del The New York Times Jason Horowitz y Elizabeth Dias, existe indicios para pensar que “el Papa Francisco cambió significativamente el equilibrio ideológico de la Iglesia Católica Romana en los Estados Unidos el jueves al reemplazar a uno de los prelados conservadores más prominentes del país como el arzobispo de Filadelfia”.
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Sin embargo este punto de vista también podría ser una visión sesgada de quienes como Jason Horowitz reportan desde la Ciudad del Vaticano y Elizabeth Dias que hizo su trabajo desde Washington debido a que la Iglesia Católica en los Estados Unidos ha demostrado que es un poder en sí misma.
En un trabajo de prensa publicado hoy titulado, “El Papa Francisco reemplaza al arzobispo conservador de Filadelfia”, se toma como pívot narrativo los desencuentros entre el Sumo Pontífice y el Arzobispo a quien sin miramientos Francisco aceptó su renuncia.
Una estructura piramidal
La Iglesia Católica en el mundo ha sobrevivido porque se ha ceñido a un orden jerárquico piramidal que ha resistido durante siglos.
En el relato de lo que acontece a lo interno de la Iglesia en Filadelfia, se quiere dar a entender que existe la posibilidad de un enfrentamiento personal.
Es parte del registro histórico católico que el arzobispo Chaput fue nombrado para el cargo por el papa Benedicto XVI en 2011. Asimismo dentro de los Estados Unidos es conocido como un conservador teológico y político, a menudo en desacuerdo con la misión de Francisco de ir más allá de las guerras culturales.
De allí nace la presunción de que la sustitución en Filadelfia sea una señal de que el Papa, que ha instalado aliados clave en Chicago y Newark, y que todavía está intentando cambiar la dirección ideológica de la iglesia americana dirigiendo una de sus diócesis más tradicionalistas hacia un enfoque más pastoral.
Hechos palpables
En el trabajo elaborado por The New York Times se rescató el hecho de que el papa Francisco reconoció recientemente que buena parte de la oposición a su pontificado provenía de los Estados Unidos, y dijo a un reportero, que le entregó un libro que exploraba el esfuerzo estadounidense, bien financiado y respaldado por los medios de comunicación para socavar su agenda, que era “un honor que los estadounidenses me atacaran”.
El arzobispo Chaput se convirtió en el favorito de los conservadores católicos por apoyar la negación de la comunión a los políticos católicos que respaldan el derecho al aborto, oponiéndose a la legalización del matrimonio gay y, como arzobispo de Denver antes de que el matrimonio gay fuera legalizado a nivel nacional, ayudando a derrotar la legislación que habría autorizado las uniones civiles para parejas gay en el estado.
Prima la admiración
Los conservadores de la iglesia en los Estados Unidos y especialmente en Filadelfia admiran profundamente al arzobispo Chaput, y consideraron su destitución como otro juego de poder de Francisco, a quien han llamado “un papa dictador” que ignora sus quejas de que está diluyendo la fe y rompiendo las tradiciones de la iglesia, de acuerdo al reporte del NYT.
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Además la comunidad católica no olvida la templanza del ahora exarzobispo Chaput quien es un administrador firme, al que se recurrió para reformar una región en desorden financiero y espiritual después de las extensas acusaciones de abuso sexual de menores por parte del clero católico en la zona. Un gran jurado del condado en 2005 informó que los líderes de la arquidiócesis de Filadelfia, incluyendo dos cardenales, habían encubierto un extenso abuso sexual de menores.
Un segundo gran jurado en el 2011 acusó a la arquidiócesis de no detener el abuso, y el papa Benedicto nombró al arzobispo Chaput para dirigir la arquidiócesis unos cinco meses después.
El arzobispo Chaput destituyó a los sacerdotes acusados de abuso, cerró 49 escuelas y vendió la mansión del arzobispo por 10 millones de dólares como parte de un plan para reducir el déficit del presupuesto operativo.
Un pastor del sur
El obispo Pérez, un cubano-americano nacido en Miami y criado en Nueva Jersey, será el primer sacerdote hispano en dirigir la iglesia en Filadelfia. En un comunicado difundido por la diócesis de Cleveland, dijo que aceptó el nombramiento con una mezcla de “alegría porque regresaré a servir a la arquidiócesis en la que fui ordenado al sacerdocio”, pero también de “tristeza porque dejaré un área y a la increíble gente del noreste de Ohio a la que he llegado a amar profundamente”.
La población hispana de la arquidiócesis de Filadelfia ha crecido dramáticamente en los últimos años mientras que la población no hispana ha permanecido relativamente estancada. La región tiene alrededor de 200 parroquias y cerca de 1,5 millones de católicos.
El papa Francisco se ha puesto directamente del lado de los inmigrantes que muchos expertos consideran el futuro de la fe en los Estados Unidos.
“Ahora se enfrentan a esta corriente de inmigración latina que afecta a muchas de sus diócesis”, dijo Francisco a los obispos estadounidenses en una visita a Washington en 2015. Hablando “como un pastor del Sur”, el primer papa sudamericano de la iglesia dio la recomendación “cerca de mi corazón” de que los obispos “no tengan miedo de recibirlos”.