¿Se han preguntado qué nos mantiene en el mismo puesto, con el mismo salario y nos hace abandonar nuestros sueños? A esa angustia e indecisión se le conoce como autosabotaje. Surgen cuando dudamos si merecemos algo, como un aumento; cuando no creemos en nuestras capacidades, el clásico “yo no puedo”. A veces se presenta como negación de lo que deseamos, cuando hemos fallado tanto que es más fácil rendirse.
El miedo que se experimenta cuando vamos a conseguir algo —y la culpa por alcanzarlo— surgen en nuestro inconsciente a partir de experiencias negativas anteriores. O a partir de la manera en que entendemos la realidad y el mundo, pero sobre todo a nosotros mismos, y que implementamos, de manera involuntaria, para evadir experiencias similares.
Puedes leer:Adultos mayores, ¿competencia para millennials y centennials?
Desafortunadamente, muchos aprendemos desde pequeños que no somos capaces de hacer bien las cosas. Si mostramos nuestros logros, lo relacionamos con algo negativo y, si avanzamos en un ámbito personal o profesional, lo relacionamos con traicionar a la familia o a los colaboradores, y esto solo provoca que seamos víctimas de nosotros mismos.
1-No seas víctima: Cuando nos victimizamos, nos minimizamos. Ser víctima nos despoja de cualquier responsabilidad y posibilidad de acción, siendo raíz fundamental del autosabotaje profesional.
Evitémoslo asociando una palabra que indique cuando ese rol de víctima se presente, para recuperar el control de las cosas y empezar a buscar soluciones en lugar de darle vuelta al problema.
2-Autoconocimiento: Un obstáculo inmenso cuando hablamos de alcanzar nuestras metas. ¿Quién eres? ¿Con qué sueñas? ¿Cuáles son tus fortalezas y debilidades? Cuando se sabe a dónde se va y por qué, es cuando hay claridad. Solo así se pueden tomar decisiones que cambien nuestras vidas, sobre todo a nivel profesional.
3-Sacúdete la flojera: Saber cómo hacer dinero no nos convierte en millonarios. Es la acción la que brinda resultados. Quiero compartirles algo muy valioso que mi madre solía decir: “la pereza es la madre de la pobreza”, porque alguien que no hace nada, jamás logra nada.
Para evitar la flojera les recomiendo que recuerden: no siempre nos sentimos con ánimos, pero “tampoco somos lo que sentimos”. Así es que, con ganas o sin ganas, toma acción. Conoce más elementos que pueden ayudarte a evitar el autosabotaje y construye tu propio camino hacia el éxito con mi guía gratuita “Cómo ser una mujer chingona en 10 pasos”.
Por: Adriana Gallardo
* Conferencista, autora y líder de Adriana’s Insurance. Business y Life Coach, autora, productora y creadora de “Chingona Circle”. Doctora Honoris Causa por la Universidad Ejecutiva del Estado de México. Madre, esposa y empresaria cuya misión de vida es inspirar a las personas a enfrentar el miedo y a lograr lo que se proponen. IG:@adrianagallardo1